lunes, 4 de enero de 2010

Historia de Enfermeria

CONCEPTOS DE ENFERMERIA.

Enfermería: Es la ciencia arte que conlleva a actividades, conceptos y habilidades basada en ciencias básicas, como: ciencias sociales, ciencias físicas, éticas, etc. La enfermería es la ciencia del cuidado de la salud del ser humano.

La enfermería abarca los cuidados, autónomos y en colaboración, que se prestan a las personas de todas las edades, familias, grupos y comunidades, enfermos o sanos en todos los contextos, e incluye la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad, y los cuidados de los enfermos, discapacitados, y personas moribundas.

Es la ciencia o disciplina que se encarga del estudio de las respuestas humanas reales o potenciales de la persona, familia o comunidad tanto sana como enferma en los aspectos: biológico, psicológico, social y espiritual

La enfermería se basa en ayudar al individuo a recuperar la salud, en caso de ser imposible ayudar al bien morir. Es un conjunto de actividades profesionales con un cuerpo de conocimientos científicos propios desarrollados dentro de un marco conceptual.

Se concibe como la atención oportuna, personalizada, humanizada, continua y eficiente que brinda el personal de enfermería, de acuerdo con estándares definidos para una practica profesional y competente y responsable, con el propósito de logar la satisfacción del usuario y el prestador del servicio.

La enfermería s la profesión de titulación universitaria de la persona que se dedica al cuidado integral del individuo, la familia y la comunidad en todas las etapas del ciclo vital y en sus procesos de desarrollo.


ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA ENFERMERIA.

-Durantes el periodo histórico en el que se debatía la definición liberal de la republica e advierten la ausencia de competencia institucional del gobierno, federal en la prestaron de servicios de atención y en lo relacionado a las acciones de salubridad; conforman a la constitución de 1857, dicha competencia estaba bajo la jurisdicción de los estados, realizando la federación alguna de ellas en forma limitada, son concebirse la existencia de un verdadero sistema de salud completamente eficiente.

-En 1872 se expide el derecho que pone en vigor el reglamento del consejo superior de salubridad y el 14 de julio de 1879, aparecen su reglamento y programa de trabajo, derivándose acciones importantes como la creación de juntas de salubridad en cada uno de los estados, juntas de sanidad en los puertos participando en aspectos de ingeniería sanitaria, higiene de los alimentos e higiene industrial y de trabajo.-La labor desarrollada por el citado consejo lo conduce a emitir en términos formales: el territorio federales en 1899 y mas tarde en 1902, expide el nuevo código y del trabajo.

-La participación marginal del gobierno federal conduce, en 1908 a modificar la constitución para ampliar la competencia federal y encomendar a los poderes de la unión ‘’ LA SALUBRIDAD GENERAL DE LA REPUBLICA’’, promulgación de la constitución de Querétaro en 1917 y las disposiciones que emanan de ella permiten que se haga el reconocimiento de la importancia de la salud publica, mediante la transformación del consejo superior de la salubridad en un organismo nacional y la creación del departamento de salubridad publica, que con apoyo en la ley de organización política del gobierno federal establece que en casos de emergencia podría conducir a los asuntos de higiene publica en los tres niveles de gobierno, según lo establece el articulo 73 de dicha constitución.

-A cargo de gobierno estatal o municipal se encontraban la responsabilidad de la organización de los servicios asistenciales, incluyendo consultorios y hospitales para la atención médica.

La primera Teoría de enfermería nace con Florence Nightingale, a partir de allí nacen nuevos modelos cada uno de ellos aporta una filosofía de entender la enfermería y el cuidado.
Desde sus orígenes era considerada como una ocupación basada en la práctica y en el conocimiento común, no era considerada como ciencia, el conocimiento científico aparece con la primera teoría de enfermería. Las enfermeras comenzaron a centrar su atención en la adquisición de conocimientos técnicos que les eran delegados, con la publicación del libro " Notas de Enfermería " de Florence Nightingale en 1852, se sentó la base de la enfermería profesional, en su libro Florence intento definir la aportación especifica de enfermería al cuidado de la salud.
Desde 1852 hasta 1966 se creo y desarrollo una corriente filosófica que buscaba los fundamentos de la profesión y es durante la década de 1950 a 1996, que surge la teoría de enfermería de Virginia Avenel Henderson.

Henderson definió enfermería en términos funcionales. La única función de la enfermera consiste en ayudar al individuo, sano o enfermo a recuperar la salud (o a una muerte tranquila), que realizaría sin ayuda si contara con la fuerza, voluntad o con el conocimiento necesario, haciéndolo de tal modo que se le facilite la independencia lo más rápido posible, afirmaba que a medida que cambiase las necesidades del paciente también podía cambiar la definición de enfermería.

Para Henderson su definición de enfermería no era definitiva, consideraba que enfermería cambiaria según la época en que se practicase y que dependía de lo que realizara el personal de salud.

Virginia Henderson incorpora los principios fisiológicos y psicopatológicos a su definición de enfermería en sus innumerables trabajos explicó la importancia de la independencia de enfermería y, a la vez, de su interdependencia con respecto a otras ramas dentro del área de la salud.

Este es un trabajo de tipo documental donde se realiza una breve reseña de su biografía y su teoría de enfermería, la cual se basa en los catorce componentes de enfermería, es decir, en las catorce principales necesidades básicas del ser humano.

La teoría de Virginia Henderson es considerada como una filosofía definitoria de enfermería, se basa en las necesidades básicas humanas. La función de la enfermera es atender al sano o enfermo (o ayudar a una muerte tranquila), en todo tipo de actividades que contribuyan a su salud o a recuperarla. Su objetivo es hacer al individuo independiente lo antes posible para cubrir sus necesidades básicas, el cuidado de enfermería se aplica a través del plan de cuidado.
Para Henderson la función de ayuda al individuo y la búsqueda de su independencia lo más pronto posible es el trabajo que la enfermera inicia y controla y en el que es dueña de la situación. Henderson parte de que todos los seres humanos tienen una variedad de necesidades humanas básicas que satisfacer, estas son normalmente cubiertas por cada individuo cuando esta sano y tiene el conocimiento suficiente para ello. Las necesidades básicas son las mismas para todos los seres humanos y existen independientemente.

Las actividades que las enfermeras realizan para ayudar al paciente a cubrir estas necesidades es denominadas por Henderson como cuidados básicos de enfermería y estos se aplican a través de un plan de cuidado de enfermerías, elaborado de acuerdo a las necesidades detectadas en el paciente.

ACONTECIMIENTOS HISTORICOS ORDENADOS CRONOLOGICAMENTE.

1860: Florense Nightingale funda el Hospital Santo Thomas de Londres, la Nightingale training for nurse, la primera escuela no religiosa.

1893: Fecha en que Lillian Wald transforma la enfermera visitadora o de distrito en una verdadera enfermera comunitaria denominada en aquel momento enfermera de salud publica. (Fundo el SEVNY servicio de enfermeras visitantes de Nueva York).

1899: Fecha en que Lillian Wald lidera el proceso de creación de escuelas para las enfermeras de salud publica.

1912: Fecha en que culmina el proceso de creación de dichas escuelas, nace la organización nacional de enfermería de salud publica 2-3.

1917: Se crea la escuela elemental fundada por enfermeras navales americanas.

1927: Se funda el instituto Carlos J. Firlay como un centro rector para las zonas de las escuelas sanitarias nacionales.

1935: En mayo surgió la escuela de enfermería de La Cruz Roja Dominicana.

1931 y 1936: Fecha en que se desplazarían un total de 14 enfermeras para su preparación en la posterior dirección.

1944: Fecha en que se le dio el nombre a la escuela de enfermería y obstetricia.

1951: Fecha en que se incorporó el proyecto de la Universidad de Queretano.

1958: El 1 de julio se fundó la escuela de enfermería de salud pública.

1962: Se formó la organización de la sespas.

1966: Se creó la escuela de enfermería en la ucamaima.

1976: Surgió la escuela de enfermería de la universidad de santo domingo, en la cual hoy existen cinco centros formando profesionales y existen 13 centros públicos y privado.

1982: Se implementó el primer curso complementario para obtener el legado de licenciatura.

1988: Surge el área de investigación continua.

1999: En Abril se aprueba la propuesta de la licenciatura den educación física y ciencias del deporte.

2000: El 29 de Agosto se inició la primera generación de la especialidad de enfermería en salud laboral.

2001: El 23 de Febrero se recibió el certificado de calidad por cumplir los estándares de calidad snae-98 y el registro nuecero snae-004.


BIOGRAFIA DE FLORENCE NIGHTINGALE.

Hija de una familia terrateniente adinerada, de Hampshire, nació en 1820.

Su padre, William Nightingale de Embly park, un Unitario estaba involucrado en el movimiento contra la esclavitud y era un fiel creyente en que las mujeres, especialmente su hija, deberían obtener una educación. Ella y su hermana aprendieron italiano, latín, griego, historia y matemáticas de su padre y su tía, así como de otros tutores.

La madre de Florence, Fanny Nightingale, tambien provenía de una familia fielmente Unitaria. Ella era una mujer dominante que estaba primordialmente preocupada con la busqueda de un buen marido para su hija. Por ello, se molestó ante la decisión de florence de rechazar a varios proponentes de matrimonio.

Cuando florence cumplió 17 años se sintió llamada por Dios para enfrentar alguna gran causa desconocida. A los 23 años, dijo a sus padres que quería convertirse en una enfermera. Y se encontró con una sólida oposición de ellos, ya que la enfermería se asociaba con mujeres de clase trabajadora.

No fue sino hasta que el Lord Houghton casó con otra en 1851, que Florence recibió permiso para entrenarse como enfermera. Florence, entonces de 31 años, se fue a trabajar al hospital Kaiserworth en Alemanía.

En su diario, ella explicó porqué decidió no aceptar la oferta de matrimonio de Richard Moneton Milnes. Que decía:

Yo tengo una naturaleza, moral y activa que requiere satisfacción y eso no encontraría en la vida de él. Yo podría sentirme satisfecha si pasara la vida con él combinando diferentes poderes para lograr un gran objetivo.

Yo no podría satisfacer esta naturaleza pasando la vida con él, en compromisos sociales y organizando las cosas domésticas.

Dos años más tarde ella fue nombrada la directora residentes del hospital para mujeres invalidas en Harley Street, Lodón. El año siguiente Nightingale se le dio permiso de que llevara a 38 enfermeras a cuidar a los soldados británicos en la guerra. Nightingale encontró que las condiciones en el hospital militar en Scutari eran alarmantes. Los hombres eran mantenidos en cuartos sin sabanas ni comida decente. Sin lavar, ellas mantenían sus uniformes puestos, “tiesos de la suciedad”. En estas condiciones no era sorprendente que en los hospitales militares, heridas de guerra era solo la sexta razón de defunción. Enfermedades como el tifus, cólera y disentería eran las tres causas principales por las cuales la proporción de muertos era tan alta.

Durante este tiempo, Nightingale recolectó datos y sistematizó la práctica del control de registros. Ella inventó un gráfico de área polar, donde las estadísticas representadas son proporcionales al área de una tajada en un gráfico circular. Esta información que con una mejoría en los métodos de sanidad, las muertes bajaría. (en Febrero de 1855, la tasa de mortalidad era del 42.7% de los casos tratados).

Los oficiales militares y los doctores objetaron las visiones de Nightingale sobre reformas en los hospitales militares. Ellos interpretaron sus comentarios como un ataque a ellos y la hicieron sentirse fuera de lugar.

Nightingale recibió muy poca ayuda de los militares, hasta que uso sus contactos con el Times, para recortar la información. Entonces se le encomendó a Nightingale la tarea de organizar las barrancas del hospital después de la batalla de inkerman y al mejorar las condiciones de sanidad, logró reducir la proporción de muerte de sus pacientes.


Su recomendación a estudiantes de enfermería (1873):

· La enfermería es un llamado superior, un llamado honorable… el honor radica en el amor por la perfección, la consistencia, y en el trabajo duro para conseguirla.

Años más tarde, en el Engliswoman Review (1986), escribió:

· Pero debo decir a todas las damas jóvenes que son llamadas a esta vocación, que deben calificarse para ello como lo hace un hombre para su trabajo. Que no crean que lo puedan asumir de otra manera.

En 1856 Florence Nightingale regresó a Inglaterra como una heroína nacional. Y decidió empezar una campaña para mejorar la calidad de la enfermería en los hospitales militares. Su evidencia en la comisión de Sanidad de 1857 eventualmente resultó en la formación de una universidad médica militar.

Para dispersar sus opiniones sobre la reforma, Nightingale publicó dos libros, Notas de Hospital (1859) y Notas de Enfermería (1859). Con el apoyo de amigos adinerados y The Times, Nightingale puedo reunir 59,000 para mejorar la calidad de la enfermería. En 1860 y utilizó este dinero para fundar la Escuela y Casa para Enfermeras Nightingale en el Hospital St. Thomas. Ella también se involucró en el entrenamiento de enfermeras que trabajaban en “casas de trabajo”, como resultado de una ley en protección de los pobres, de 1834.

La segunda mitad del siglo XIX comenzó con la revolucionaria propuesta de Florence Nightingale, pionera en la estadística social, quién hizo amplio uso de gráficos y diagramas para analizar el cuidado médico en la Inglaterra del siglo XIX.

En 1858 con su diagrama de área polar, demuestra con un simple gráfico que las causas de la mortalidad en los hospitales británicos durante la guerra de Crimen, era muy superior a la de los hospitales de Inglaterra logrando con esto resumir un reporte de más de 800 páginas.

Nightingale tenía fuertes opiniones sobre los derechos de las mujeres. En su libro Sugerencia para pensar para los buscadores de las verdades religiosas (1859) ella argumentó fuertemente para que se eliminaran las restricciones que prevenían a las mujeres de tener carreras.

Como contradicción, otras mujeres fuertes se sintieron, tenían dudas al principio de esta campaña y argumentaba que era más importante tener mejores desanimadas por la falta de apoyo de Nightingale hacia las mujeres doctoras. Nightingale enfermera que mujeres doctores.

Posteriormente en su vida, Nightingale sufrió de mala de salud y en 189 5se volvió ciega, luego perdió otras facultades, lo cual significó que tuvo que recibir cuidado tiempo completo. A pesar de estar completamente inválida, vivió otros 15 años, antes de su muerte en 1910.

SIMBOLO DE LA LAMPARA.

Es el símbolo que identifica a las enfermeras, pues se dice que durante la guerra de Crimen ocurrida entre los años 1853-1856, Florence Nightingale acompañada de otras 38 enfermeras se ofrecieron para organizar el hospital militar Scutari, en Constantinopla. Su labor fue tan ardua y tesonera que durante las noches laboraba alumbrándose con una lámpara para curar a los enfermos heridos de guerra desde aquí, que para identificar a las enfermeras mundialmente se usa como símbolo (La Lámpara de Aladino).

La asociación de enfermeras graduadas ADEG completo con el papel protagónico de enfermería mundial esta institución asumió como suyo dicho símbolo y es por eso que en todos sus proyectos, hojas, timbrados, documentos, etc. Aparece como símbolo la lámpara de aladino.

La enfermería, desde sus inicios ha sido acompañada por una simbología que la caracteriza y encierra un significado relevante en su desarrollo como profesión. Revelante en su desarrollo como profesión la actualidad a pesar de la existencia de normas y de esfuerzo que se viene realizando, se observa con frecuencia modificaciones y uso incorrecto del uniforme.

Para argumentar la importancia del uso adecuado de uniforme y sus atributos y su efecto social, sé efectuó una revisión bibliográfica y consultas o expertos de la asistencia y la docencia en esta temática, en el primer trimestre del año 2005. Se expone los elementos esenciales para el uso correcto de esta vestimenta y pata la buena apariencia del personal de enfermería en los servicios asistenciales.

Los profesionales de enfermería tienen la responsabilidad como agentes de cambio. Una enfermera(o) vestido correctamente inspira confianza y es socialmente respetado.

Los aspectos planteados permitirán revalorar la importancia del uso correcto del uniforme, elemento esencial para una buena imagen social de los enfermos (a).


JURAMENTO DE LAS ENFERMERAS.

Solemnemente ante Dios y en presencia de esta asamblea:

- Llevar una vida digna y ejercer mi profesión con fidelidad a la misma.Me abstendré de todo cuanto sea nocivo o dañino, y no tomaré ni suministraré sustancia alguna que sea perjudicial.

- Haré cuanto esté a mi alcance para mantener y elevar el nivel de mi profesión y consideraré confidencial toda información personal que me sea revelada y todos los asuntos familiares de los que tenga conocimiento en el ejercicio de mi profesión.

- Con lealtad me esforzaré para ayudar al médico en su trabajo y consagraré mi vida al bienestar de quienes están confiados a mi cuidado.


PRIMERAS PRECURSORAS INTERNACIONALES Y BIOGRAFIAS DE CADA UNA DE ELLAS.

1- LILLIAM WALD. (1867-1940)

Nace en el año 1867 y fue una de las líderes del movimiento de las viviendas comunitarias quien llego a ser muy influyente y trascendental de las reformas urbanas.

Era idealista practico que trabajo para crear a una sociedad mas justas meta era asegurarse de que las mujeres y los niños, los inmigrantes y los pobres, los inmigrantes y los pobres, y los miembros de todos los grupos étnicos y religiosos realizaran la promesa de América de la ‘’vida, de la libertad y de la brusquedad de la felicidad’’.

Como enfermera joven, Wald esperaba proporcionar cuidado médico decente a los residentes de viviendas más bajas del lado del este de Nueva York.

Su trabajo como el fundador del establecimiento de la calle del Henrio y el visitar cuidan servicio demostraron sus talentos administrativos masterful, respeto profundo para la humanidad y habilidad en la movilización de fondos y la publicación.

Defendiendo las causas del oficio de enfermera de la salud pública, de la reforma de la cubierta, del sufragio, de la paz del mundo, y de las derechas de mujeres, de niños, de inmigrantes y de la gente del funcionamiento, Wald sintió bien a un líder influyente en ciudad, lo indica, y política nacional. Sus esfuerzos incansables de ligar la salud de niños a la salud de naciones le hicieron un modelo del logro, de cuidar, y de integridad a través de su curso de la vida. Aunque Wald alcanzó el reconocimiento internacional, sus esfuerzos fueron puestos a tierra siempre en la creencia que el mundo era simplemente una versión ampliada de la vecindad cultural diversa.

Wald se consideraba como el paladín de los pobres suscitándoles a sus hogares. Entendía las reformas radicales que se necesitaba para altificar estas pobrezas y trataba de convencer a los funcionarios y vieron que ellos tenían la responsabilidad de remediar la pobreza.

2- LUISA DE MARILLAC.

Nació en París el 12 de agosto de 1591, Hija de Louis de Marillac, señor de Ferrieres. Perdió a su madre desde temprana edad, pero tuvo una buena educación, gracias, en parte, a los monjes de Poissy, a cuyos cuidados fue confiada por un tiempo, y en parte, a la instrucción personal de su propio padre, que murió cuando ella tenía poco más de quince años. Luisa había deseado hacerse hermana capuchina, pero el que entonces era su confesor, capuchino él mismo, la disuadió de ello a causa de su endeble salud.

Finalmente se le encontró un esposo digno: Antonio Le Gras, hombre que parecía destinado a una distinguida carrera y que ella aceptó. Tuvieron un hijo. En el período en que Antonio estuvo gravemente enfermo, ella lo cuidó con esmero y completa dedicación. Desgraciadamente, Luisa sucumbió a la tentación de considerar esta enfermedad como un castigo por no haber mostrado su agradecimiento a Dios, que la colmaba de bendiciones, y estas angustias de conciencia fueron motivos de largos períodos de dudas y aridez espiritual.

Tuvo, sin embargo, la buena fortuna de conocer a San Francisco de Sales, quien pasó algunos meses en París, durante el año 1619. De él recibió la dirección más sabia y comprensiva. Pero París no era el lugar del santo.

Un poco antes de la muerte de su esposo, Luisa hizo voto de no contraer matrimonio de nuevo y dedicarse totalmente al servicio de Dios. Después, tuvo una extraña visión espiritual en la que sintió disipadas sus dudas y comprendió que había sido escogida para llevar a cabo una gran obra en el futuro, bajo la guía de un director a quien ella no conocía aun. Antonio Le Gras murió en 1625. Pero ya para entonces Luisa había conocido a "Monsieur Vicente", quien mostró al principio cierta renuncia en ser su confesor, pero al fin consintió. San Vicente en aquel tiempo estaba organizando sus "Conferencias de Caridad", con el objeto de remediar la espantosa miseria que existía entre la gente del campo, para ello necesitaba una buena organización y un gran numero de cooperadores. La supervisión y la dirección de alguien que infundiera absoluto respeto y que tuviera, a la vez, el tacto suficiente para ganarse los corazones y mostrarles el buen camino con su ejemplo.

A medida que fue conociendo más profundamente a "Mademoiselle Le Gras", San Vicente descubrió que tenía a la mano el preciso instrumento que necesitaba. Era una mujer decidida y valiente, dotada de clara inteligencia y una maravillosa constancia, a pesar de la debilidad de salud y, quizás lo más importante de todo, tenía la virtud de olvidarse completamente de si misma por el bien de los demás. Tan pronto como San Vicente le habló de sus propósitos, Luisa comprendió que se trataba de una obra para la gloria de Dios. Quizás nunca existió una obra religiosa tan grande o tan firme, llevada a cabo con menos sensacionalismo, que la fundación de la sociedad, que fue conocida como "Hijas de la Caridad" y que se ha ganado el respeto de los hombres de la más diversas creencias en todas partes del mundo. Solamente después de cinco años de trato personal con Mlle. Le Gras, Monsieur Vicente, que siempre tenía paciencia para esperar la oportunidad enviada por Dios, mandó a esta dama devota, en mayo de 1629, a hacer lo que podríamos llamar una visita a "La Caridad" de Montmirail. Esta fue la precursora de muchas misiones similares y, a pesar de la mala salud de la señorita, tomada muy en cuenta por San Vicente, ella no retrocedió ante las molestias y sacrificios.

En 1633, fue necesario establecer una especie de centro de entrenamiento o noviciado, en la calle que entonces se conocía como Fosses-Saint-Víctor. Ahí estaba la vieja casona que Le Gras había alquilado para sí misma después de la muerte de su esposo, donde dio hospitalidad a las primeras candidatas que fueron aceptadas para el servicio de los pobres y enfermos; cuatro sencillas personas cuyos verdaderos nombres quedaron en el anonimato. Estas, con Luisa como directora, formaron el grano de mostaza que ha crecido hasta convertirse en la organización mundialmente conocida como Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Su expansión fue rápida. Pronto se hizo evidente que convendría tener alguna regla de vida y alguna garantía de estabilidad.

Desde hacía tiempo, Luisa había querido ligarse a este servicio con voto, pero San Vicente, siempre prudente y en espera de una clara manifestación de la voluntad de Dios, había contenido su ardor. Pero en 1634, el deseo de la santa se cumplió. San Vicente tenía completa confianza en su hija espiritual y fue ella misma la que redactó una especie de regla de vida que deberían seguir los miembros de la asociación.

La sustancia de este documento forma la médula de la observancia religiosa de las Hermanas de la Caridad Aunque éste fue un gran paso hacia adelante, el reconocimiento de las Hermanas de la Caridad como un instituto de monjas, estaba todavía lejos.

En la actualidad, la blanca cofia y el hábito azul al que sus hijas han permanecidos fieles durante cerca de 300 años, llaman inmediatamente la atención en cualquier muchedumbre. Este hábito es tan sólo la copia de los trajes que antaño usaban las campesinas. San Vicente, enemigo de toda pretensión, se opuso a que sus hijas reclamaran siquiera una distinción en sus vestidos para imponer ese respeto que provoca el hábito religioso. No fue sino hasta 1642, cuando permitió a cuatro miembros de su institución hacer votos anuales de pobreza, castidad y obediencia y, solamente 13 años después, obtuvo en Roma la formal aprobación del instituto y colocó a las hermanas definitivamente bajo la dirección de la propia congregación de San Vicente. Mientras tanto, las buenas obras de las hijas de la caridad se habían multiplicado aceleradamente.

En el desarrollo de todas estas obras, Mlle. Le Gras soportaba la parte más pesada de la carga. Había dado un maravilloso ejemplo en Angers, al hacerse cargo de un hospital terriblemente descuidado. El esfuerzo había sido tan grande, que a pesar de la ayuda enorme que le prestaron sus colaboradores, sufrió una severa postración que fue diagnosticada erróneamente, como un caso de fiebre infecciosa. En París había cuidado con esmero a los afectados durante una epidemia y, a pesar de su delicada constitución, había soportado la prueba. Los frecuentes viajes, impuestos por sus obligaciones, habrían puesto a prueba la resistencia de un ser más robusto; pero ella estaba siempre a la mano cuando se la requería, llena de entusiasmo y creando a su alrededor una atmósfera de gozo y de paz. Como sabemos por sus cartas a San Vicente y a otros, solamente dos cosas le preocupaban: una era el respeto y veneración con que se le acogía en sus visitas; la otra era la ansiedad por el bienestar espiritual de su hijo Miguel.

En el año de 1660, San Vicente contaba ochenta años y estaba ya muy débil. La santa habría dado cualquier cosa por ver una vez más a su amado padre, pero este consuelo le fue negado. Sin embargo, su alma estaba en paz; el trabajo de su vida había sido maravillosamente bendecido y ella se sacrificó sin queja alguna, diciendo a las que la rodeaban que era feliz de poder ofrecer a Dios esta última privación. La preocupación de sus últimos días fue la de siempre, como lo dijo a sus abatidas hermanas: "Sed empeñosas en el servicio de los pobres... amad a los pobres, honradlos, hijas mías, y honraréis al mismo Cristo". Santa Luisa de Marillac murió el 15 de marzo de 1660; y San Vicente la siguió al cielo tan sólo seis meses después. Fue canonizada en 1934.

3- HILDEGARDE PEPLAU.

Fue una de las enfermeras de la era monástica la cual en el 1954 desarrollo el primer programa sin nivel de graduación para la preparación de especialidades clínicas. Se especializó en enfermería psiquiátrica.

Hildegard E. Peplau, una líder mundial en enfermería, conocida como la enfermera del siglo, murió el 17 de marzo de 1999 a la edad de 89 años, en su hogar en Sherman Oaks, California. Peplau es la única enfermera que prestó sus servicios a la Asociación de Enfermeras Americanas (ANA), como directora ejecutiva y, más tarde, como presidenta.

También fue elegida para trabajar durante dos períodos en la junta directiva del Consejo Internacional de Enfermeras (ICN).

En 1997 recibió el mayor honor en enfermería, el premio Cristiané Rumann, en el congreso cuadrienal de la ICN. Esta distinción se otorga cada cuatro años por contribuciones nacionales e internacionales sobresalientes en enfermería y cuidado de la salud. Un año antes, la Academia Americana de Enfermería le había rendido un homenaje como leyenda viviente. En 1998 la Asociación de Enfermeras Americanas la colocó en el salón de la fama de la ANA.

Por otra parte, la doctora Peplau es reconocida mundialmente como la madre de la enfermería psiquiátrica. Su trabajo teórico y clínico condujo al desarrollo de un campo distinto de especialización: enfermería psiquiátrica.

El libro inicial de Peplau Las relaciones interpersonales en enfermería fue terminado en 1948 pero su publicación se pospuso por cuatro años, porque en aquel entonces se consideró muy revolucionario que una enfermera publicara un libro sin un médico como coautor. El libro de Peplau ha sido ampliamente acreditado con la transformación de enfermería, que pasó de ser un grupo de trabajadoras expertas a ser una profesión con gran desarrollo.

Desde la publicación del trabajo de Peplau, el proceso interpersonal ha sido integrado en la educación y la práctica de enfermería en Estados Unidos y en el exterior. Por esto, la vida y el trabajo de la doctora Peplau produjeron los mayores cambios en la práctica de enfermería después de los de Florence Nigtingale.

Peplau recibió títulos de doctora honoraria en universidades como las de Alfred, Boston Collage, Colombia, Duke, Indiana, Ohio State, Rutgers y la Universidad de Ulster, en Irlanda. En 1995 fue nominada a una de las 50 Grandes de América en ¿quién es quién? por Marquis. Fue elegida miembro de la Academia Americana de Enfermería del Sigma Theta Tau y de la Sociedad Honoraria de Enfermería.

Hildegard Peplau nació el 1º de septiembre de 1909 en Reading, Pensilvana; segunda hija de los emigrantes Gustav y Ottylie Peplau, tuvo dos hermanas y tres hermanos. En su niñez presenció la devastadora epidemia de gripa en 1918; esta experiencia personal influyó enormemente su comprensión del impacto que tiene la enfermedad y la muerte sobre las familias. Inició su carrera de enfermería en Pottstoen, Pensylvania. Luego trabajó como enfermera de planta en Pensylvania y en la ciudad de Nueva York.

Un cargo en un campo de verano de la universidad de Nueva York, la llevó a que recibiera recomendación para trabajar como enfermera en el Collage Bennington en Vermont. Allá se graduó en psicología interpersonal en 1943. En Bennington, y a través de sus experiencias de campo en Chestnut Lodge (una institución psiquiátrica privada), estudió con Erich From, Frida From-Reichmann y Harry Sullivan. Peplau trabajó toda su vida tratando de enfocar y extender la teoría interpersonal de Sullivan a la práctica de enfermería.


Entre 1943 y 1945 Peplau sirvió en el grupo de enfermería de la armada y fue asignada al campo 312 del Hospital Estación en Inglaterra, donde estaba localiza la Escuela.

Militar Americana de Psiquiatría. Después de la guerra, Peplau se sentó a la mesa con muchos de estos hombres, para trabajar en la reestructuración del sistema de salud mental en Estados Unidos, de allí surgió el acta de salud mental nacional de 1946. Peplau obtuvo sus títulos de master y doctorado en el Teachers Collage de la

Universidad de Colombia. También fue certificada en psicoanálisis por el Instituto William Alanson White de Nueva York. Al inicio de los años cincuenta, Peplau desarrolló y dictó las primeras clases para las estudiantes de postgrado de enfermería psiquiátrica en el Teachers Collage. Además, se desempeño como profesora de la Facultad de Enfermería de Rutgers entre 1954 y 1974. Allí creó el primer programa de postgrado con preparación de especialistas clínicas en enfermería psiquiátrica.

Fue una escritora prolífica conocida por sus presentaciones, conferencias y talleres para entrenamiento clínico Peplau luchó vigorosamente para que las enfermeras tuvieran mayor educación y así pudieran dar un verdadero cuidado terapéutico a los pacientes antes que el cuidado de guardianas, prevalente en los hospitales psiquiátricos en aquel tiempo. Durante los años 50 y 60, lideró seminarios de verano en todo Estados Unidos, en especial, en los hospitales psiquiátricos del estado. En estos seminarios enseñó los conceptos interpersonales, las técnicas de entrevista y terapia de grupo, individual y familiar.

Peplau fue consultora de la Organización Mundial de la Salud y profesora visitante en universidades de África, América Latina, Europa y Estados Unidos. Luchó fuertemente por la educación de postgrado y la investigación en enfermería. Además, fue consultora de la Superintendencia de Salud de Estados Unidos, de la Fuerza Aérea Americana, del Instituto Nacional de Salud Mental y participó en grupos gubernamentales para el diseño de políticas. Después de su retiro de la Universidad de Rutgers fue profesora visitante de la Universidad de Leuven en Bélgica entre 1975 y 1976, allí ayudó a establecer el primer programa de postgrado en enfermería en Europa.

Peplau dijo alguna vez que la prueba de una buena idea depende de tener o no el poder permanente. Su libro original de 1952 ha sido traducido a nueve idiomas y en 1989 se reeditó por la editorial MacMillan de Londres. En 1989, Springer publicó un volumen con una selección de algunos de los artículos inéditos. Las ideas de Peplau han superado la prueba del tiempo. Los archivos de su trabajo y vida se conservan en la biblioteca Schlesinger en la Universidad de Harvard.

Se han planeado homenajes por la Asociación de Enfermeras Americanas, la Asociación Americana de Enfermeras Psiquiátricas y otras organizaciones de enfermería. La familia solicita las contribuciones en su memoria a la fundación Peplau para la investigación, fundación de enfermeras americanas.

4- SANTA BRIGIDA.

SANTA BRIGIDA era hija de Birgerio, gobernador de Uplandia, la principal provincia de Suecia. La madre de Brígida, Ingeborg; era hija del gobernador de Gotlandia oriental. Ingeborg murió hacia 1315 y dejó varios hijos. Brígida, que tenía entonces doce años aproximadamente, fue educada por una tía suya en Aspenas. A los tres años, hablaba con perfecta claridad, como si fuese una persona mayor, y su bondad y devoción fueron tan precoces como su lenguaje. Sin embargo, la santa confesaba que de joven había sido inclinada al Orgullo y la presunción.
La Pasión: centro de su vida A los siete años tuvo una visión de la Reina de los cielos. A los diez, a raíz de un sermón sobre la Pasión de Cristo que la impresionó mucho, soñó que veía al Señor clavado en la cruz y oyó estas palabras: "Mira en qué estado estoy, hija mía." "¿Quién os ha hecho eso, Señor?", preguntó la niña. Y Cristo respondió: "Los que me desprecian y se burlan de mi amor." Esa visión dejó una huella imborrable en Brígida y, desde entonces, la Pasión del Señor se convirtió en el centro de su vida espiritual.

Matrimonio antes de cumplir catorce años, la joven contrajo matrimonio con Ulf Gudmarsson, quien era cuatro años mayor que ella. Dios les concedió veintiocho años de felicidad matrimonial. Tuvieron cuatro hijos y cuatro hijas, una de las cuales es venerada con el nombre de Santa Catalina de Suecia.

Durante algunos años, Brígida llevó la vida de la época, como una señora feudal, en las posesiones de su esposo en Ulfassa, con la diferencia de que cultivaba la amistad de los hombres sabios y virtuosos.

En la Corte Hacia el año 1335, la santa fue llamada a la corte del joven rey Magno II para ser la principal dama de honor de la reina Blanca de Namur. Pronto comprendió Brígida que sus responsabilidades en la corte no se limitaban al estricto cumplimiento de su oficio. Magno era un hombre débil que se dejaba fácilmente arrastrar al vicio; Blanca tenía buena voluntad, pero era irreflexiva y amante del lujo. La santa hizo cuanto pudo por cultivar las cualidades de la reina y por rodear a ambos soberanos de buenas influencias.Las Visiones de La santa empezó tener por entonces las visiones que habían de hacerla famosa. Estas versaban sobre las más diversas materias, desde la necesidad de lavarse, hasta los términos del tratado de paz entre Francia e Inglaterra. "Si el rey de Inglaterra no firma la paz decía no tendrá éxito en ninguna de sus empresas y acabará por salir del reino y dejar a sus hijos en la tribulación y la angustia." Pero tales visiones no impresionaban a los cortesanos suecos, quienes solían preguntar con ironía:
"¿Qué soñó Doña Brígida anoche?"

Problemas familiares y peregrinaciones. Por otra parte, la santa tenía dificultades con su propia familia. Su hija mayor se había casado con un noble muy revoltoso, a quien Brígida llamaba "el Bandolero" y, hacia 1340, murió Gudmaro, su hijo menor. Por esa pérdida la santa hizo una peregrinación al santuario de San Olaf de Noruega, en Trondhjem. A su regreso, fortalecida por las oraciones, intentó con más ahinco que nunca volver al buen camino a sus soberanos.

Como no lo lograse, les pidió permiso de ausentarse de la corte e hizo una peregrinación a Compostela con su esposo. A la vuelta del viaje, Ulf cayó gravemente enfermo en Arras y recibió los últimos sacramentos ya que la muerte parecía inminente. Pero Santa Brígida, que oraba fervorosamente por el restablecimiento de su esposo, tuvo un sueño en el que San Dionisio le reveló que no moriría. A raíz de la curación de Ulf, ambos esposos prometieron consagrarse a Dios en la vida religiosa.

Viuda, vida religiosa, aumentan las visiones. Según parece, Ulf murió en 1344 en el monasterio cisterciense de Alvastra, antes de poner por obra su propósito. Santa Brígida se quedó en Alvastra cuatro años apartada del mundo y dedicada a la penitencia. Desde entonces, abandonó los vestidos lujosos, solo usaba lino para el velo y vestía una burda túnica ceñida con una cuerda anudada. Las visiones y revelaciones se hicieron tan insistentes, que la santa se alarmó, temiendo ser víctima de ilusiones del demonio o de su propia imaginación. Pero en una visión que se repitió tres veces, se le ordenó que se pusiese bajo la dirección del maestre Matías, un canónigo muy sabio y experimentado de Linkoping, quien le declaró que sus visiones procedían de Dios. Desde entonces hasta su muerte, Santa Brígida comunicó todas sus visiones al prior de Alvastra, llamado Pedro, quien las consignó por escrito en latín. Ese período culminó con una visión en la que el Señor ordenó a la santa que fuese a la corte para amenazar al rey Magno con el juicio divino; así lo hizo Brígida, sin excluir de las amenazas a la reina y a los nobles. Magno se enmendó algún tiempo y dotó liberalmente el monasterio que la santa había fundado en Vadstena, impulsada por otra visión.

En Vadstena había sesenta religiosas. En un edificio contiguo habitaban trece sacerdotes (en honor de los doce apóstoles y de San Pablo), cuatro diáconos (que representaban a los doctores de la Iglesia) y ocho hermanos legos. En conjunto había ochenta y cinco personas. Santa Brígida redactó las constituciones; según se dice, se las dictó el Salvador en una visión. Pero ni Bonifacio IX con la bula de canonización, ni Martín V, que ratificó los privilegios de la abadía de Sión y confirmó la canonización, mencionan ese hecho y sólo hablan de la aprobación de la regla por la Santa Sede, sin hacer referencia a ninguna revelación privada.

En la fundación de Santa Brígida, lo mismo que en la orden de Fontevrault, los hombres estaban sujetos a la abadesa en lo temporal, pero en lo espiritual, las mujeres estaban sujetas al superior de los monjes. La razón de ello es que la orden había sido fundada principalmente para las mujeres y los hombres sólo eran admitidos en ella para asegurar los ministerios espirituales. Los conventos de hombres y mujeres estaban separados por una clausura inviolable; tanto unos como las otras, asistían a los oficios en la misma iglesia, pero las religiosas se hallaban en una galería superior, de suerte que ni siquiera podían verse unos a otros.

El monasterio de Vadstena fue el principal centro literario de Suecia en el siglo XV. A raíz de una visión; Santa Brígida escribió una carta muy enérgica a Clemente VI, urgiéndole a partir de Aviñón a Roma y establecer la paz entre Eduardo III de Inglaterra y Felipe IV de Francia. El Papa se negó a partir de Aviñón pero, en cambio envió a Hemming, obispo de Abo, a la corte del rey Felipe, aunque la misión no tuvo éxito.

Entre tanto, el rey Magno, que apreciaba más las oraciones que los consejos de Santa Brígida, trató de hacerla intervenir en una cruzada contra los paganos letones y estonios. Pero en realidad se trataba de una expedición de pillaje. La santa no se dejó engañar y trató de disuadir al monarca. Con ello perdió el favor de la corte, pero no le faltó el amor del pueblo, por cuyo bienestar se preocupaba sinceramente durante sus múltiples viajes por Suecia.

En Roma e Italia, había todavía en el país muchos paganos, y Sarta Brígida ilustraba con milagros la predicación de sus capellanes. En 1349, a pesar de que la "muerte negra" hacía estragos en toda Europa, Brígida decidió ir a Roma con motivo del jubileo de 1350. Acompañada de su confesor, Pedro de Skeninge y otros, se embarcó en Stralsund, en medio de las lágrimas del pueblo, que no había de volver a verla.

En efecto, la santa se estableció en Roma, donde se ocupó de los pobres de la ciudad, en la espera de la vuelta del Pontífice a la Ciudad Eterna. Asistía diariamente a misa a las cinco de la mañana, se confesaba todos los días y comulgaba varias veces por semana (según era permitido en aquella época). El brillo de su virtud contrastaba con la corrupción de costumbres que reinaba entonces en Roma: el robo y la violencia hacían estragos, el vicio era cosa normal, las iglesias estaban en ruinas y lo único que interesaba al pueblo era escapar de sus opresores. La austeridad de la santa, su devoción a los santuarios, su severidad consigo misma, su bondad con el prójimo, su entrega total al cuidado de los pobres y los enfermos, le ganaron el cariño de muchos. Santa Brígida atendía con particular esmero a sus compatriotas y cada día daba de comer a los peregrinos suecos en su casa que estaba situada en las cercanías de San Lorenzo in Damaso.
Pero su ministerio apostólico no se reducía a la práctica de las buenas obras ni a exhortar a los pobres y a los humildes. En cierta ocasión, fue al gran monasterio de Farfa para reprender al abad, "un hombre mundano que no se preocupaba absolutamente por las almas". Hay que decir que, probablemente, la reprensión de la santa no produjo efecto. Más éxito tuvo su celo por la reforma de otro convento de Bolonia. Allí se hallaba Brígida cuando fue a reunirse con ella su hija, Santa Catalina, quien se quedó a su lado y, fue su fiel colaboradora hasta el fin de su vida. Dos de las iglesias romanas más relacionadas con nuestra santa son la de San Pablo extramuros y la de San Francisco de Ripa.

En la primera se conserva todavía el bellísimo crucifijo, obra de Cavallini, ante el que Brígida acostumbraba orar y que le respondió más de una vez; en la segunda iglesia se le apareció San Francisco y le dijo: "Ven a beber conmigo en mi celda". La santa interpretó aquellas palabras como una invitación para ir a Asís. Visitó la ciudad y de allí partió en peregrinación por los principales santuarios de Italia, durante dos años.

Profecías y revelaciones las profecías y revelaciones Santa Brígida se referían a las cuestiones mas candentes de su época. Predijo, por ejemplo, que el Papa y el emperador se reunirían amistosamente en Roma. Al poco tiempo así lo hicieron (El Papa Beato Urbano V y Carlos IV, en 1368). La profecía de que los partidos en que estaba dividida la Ciudad Eterna recibirían el castigo que merecían por sus crímenes, disminuyeron un tanto la popularidad de la santa y aun le atrajeron persecuciones. Brígida fue arrojada de su casa y tuvo que ir con su hija a pedir limosna al convento de las Clarisas. Por otra parte, ni siquiera el Papa escapaba a sus severas admoniciones proféticas.

El gozo que experimentó la santa con la llegada de Urbano a Roma fue de corta duración, pues el Pontífice se retiró poco después a Viterbo, luego a Montesfiascone y aun se rumoró que se disponía a volver a Aviñón.

Al regresar de una peregrinación, a Amalfi, Brígida tuvo una visión en la que Nuestro Señor la envió a avisar al Papa que se acercaba la hora de su muerte, a fin de que diese su aprobación a la regla del convento de Vadstena. Brígida había ya sometido la regla a la aprobación de Urbano V, en Roma, pero el Pontífice no había dado respuesta alguna.

Así pues, se dirigió a Montefiascone montada en su mula blanca. Urbano aprobó, en general, la fundación y la regla de Santa Brígida, que completó con la regla de San Agustín. Cuatro meses más tarde, murió el Pontífice. Santa Brígida escribió tres veces a su sucesor, Gregorio XI, que estaba en Aviñón, conminándole a trasladase a Roma. Así lo hizo el Pontífice cuatro años después de la muerte de la santa.

En 1371, a raíz de otra visión, Santa Brígida emprendió una peregrinación a los Santos Lugares, acompañada de su hija Catalina, de sus hijos Carlos y Bingerio, de Alfonso de Vadaterra y otros personajes. Ese fue el último de sus viajes.

La expedición comenzó mal, ya que en Nápoles, Carlos se enamoró de la reina Juana I, cuya reputación era muy dudosa. Aunque la esposa de Carlos vivía aún en Suecia y el marido de Juana estaba en España; ésta quería contraer matrimonio con él y la perspectiva no desagradaba a Carlos. Su madre, horrorizada ante tal posibilidad, intensificó sus oraciones.

Dios resolvió la dificultad del modo más inesperado y trágico, pues Carlos enfermó de una fiebre maligna y murió dos semanas después en brazos de su madre. Santa Brígida prosiguió su viaje a Palestina embargada por la más profunda pena. En Jaffa estuvo a punto de perecer ahogada durante un naufragio Sin embargo durante, la accidentada peregrinación la santa disfrutó de grandes consolaciones espirituales y de visiones sobre la vida del Señor.
A su vuelta de Tierra Santa, en el otoño de 1372, se detuvo en Chipre, donde clamó contra la corrupción de la familia real y de los habitantes de Famagusta quienes se habían burlado de ella cuando se dirigía a Palestina.

Después pasó a Nápoles, donde el clero de la ciudad leyó desde el púlpito las profecías de Santa Brígida, aunque no produjeron mayor efecto entre el pueblo.

La comitiva llegó a Roma en marzo de 1373. Brígida, que estaba enferma desde hacía algún tiempo, empezó a debilitarse rápidamente, y falleció el 23 de julio de ese año, después de recibir los últimos sacramentos de manos de su fiel amigo, el Padre Pedro de Alvastra. Tenía entonces setenta y un años.

Su cuerpo fue sepultado provisionalmente en la iglesia de San Lorenzo in Panisperna. Cuatro meses después, Santa Catalina y Pedro de Alvastra condujeron triunfalmente las reliquias a Vadstena, pasando por Dalmacia, Austria, Polonia y el puerto de Danzig.

Santa Brígida, cuyas reliquias reposan todavía en la abadía por ella fundada, fue carbonizada en 1391 y es considerada como la patrona de Suecia.

Uno de los aspectos más conocidos en la vida de Santa Brígida, es el de las múltiples visiones con que la favoreció el Señor, especialmente las que se refieren a los sufrimientos de la Pasión y a ciertos acontecimientos de su época.

Por orden del Concilio de Basilea, el Juan de Torquemada, quien fue más tarde cardenal, examinó el libro de las revelaciones de la santa y declaró que podía ser muy útil para la instrucción de los fieles; pero tal aprobación encontró muchos opositores. Por lo demás; la declaración de Torquemada significa únicamente que la doctrina del libro es ortodoxa y que las revelaciones no carecen de probabilidad histórica.

El Papa Benedicto XIV, entre otros, se refirió a las revelaciones de Santa Brígida en los siguientes términos: "Aunque muchas de esas revelaciones han sido aprobadas, no se les debe el asentimiento de fe divina; el crédito que merecen es puramente humano, sujeto al juicio de la prudencia, que es la que debe dictarnos el grado de probabilidad de que gozan para que crearnos píamente en ellas."

Santa Brígida, con gran sencillez de corazón, sometió siempre sus revelaciones a las autoridades eclesiásticas y, lejos de gloriarse por gozar de gracias tan extraordinarias, las aprovechó como una ocasión para manifestar su obediencia y crecer en amor y humildad. Si sus revelaciones la han hecho famosa, ello se debe en gran parte a su virtud heroica, consagrada por el juicio de la Iglesia.

Las brigidinas tienen unas lecciones de maitines tomadas de sus revelaciones sobre las glorias de María, conocidas con el nombre de "Sermo Angelicus", en recuerdo de las palabras del Señor a la santa: "Mi ángel te comunicará las lecciones que las religiosas de tus monasterios deben leer en maitines, y tú las escribirás tal como él te las dicte".

Se convirtió en una abadesa famosa en Irlandia y era respetada como educadora, consejera y experta en el arte de curación. También se conocía por haber cuidado enfermos y curado leprosos, por lo cual recibió el nombre de patrona de la consolación.

PRIMEROS HOSPITALES DE REPUBLICA DOMINICANA.

1-SAN NICOLAS DE BARI.
En la calle Hostos donde se forma esquina con la calle Luyeron se levantan las ruinas del cual fuera el primer hospital de América, el Hospital San Nicolas De Bari, iniciado por el entonces gobernador de la isla de Santo Domingo, Fray Nicolas de Ovando.

Este hospital nación de la piedad de una mujer negra que trataba de cuidar a los enfermos de acuerdo a sus posibilidades. Porque no había ninguna institución que lo hiciese. Ovando, el gobernador, viendo la piedad de esta mujer, mando a levantar el hospital en piedras.

Algunas versiones aseguran que el hospital se construyó alrededor de 1503, mientras que otros aseguran que no fue hasta después del 1504. En el 1519 mucho después de haber muerto Ovando, la base del hospital había terminado.

Según E. Walter Palm, San Nicolás de Bari no fue el hospital que construyó el gobernador, puesto que este era de madera y palo, si no fue la cofradía de nuestra señora de concepción la que en el año 1533 construyó un hospital de piedras.

Ya para el año 1542 el hospital llegó a su máximo esplendor ya que el número de personas que atendían llegaba a los 60 pacientes atendiéndose alrededor de 700 personas por año.

Desgraciadamente el edificio es abandonado en el siglo XVII. Los motivos de tal abandono se desconocen pero se creen que fueron los sismos de ese mismo siglo.

Mas tarde con finalidad de utilizarlo se extraen material del sitio pero en Septiembre del 1930, con el ciclón San Zenón, recibió danos irreparables, quedando así una visión correcta de todo el edificio.

El Hospital San Nicolás de Bari fue uno de los pocos edificios que se salvo del pirata Francis Drake, quizás porque no tenía riquezas que saquear o por la obra que se llevaba a cabo en el mismo.

En la parte inferior por muchos años se veneró el culto de Nuestra Señora de La Altagracia, en espera de la construcción de la Iglesia de La Altagracia en el mismo lugar de la primera capilla; con entradas desde la calle Mercedes y el Hospital. Se conocía con el nombre de la Concepción.
Un problema económico de un mandatario compromete el terreno y la construcción.
El Estado adquirió las ruinas de San Nicolás y una noble señora de nombre doña Lea de Castro de Henríquez, adquirió el templo de la Altagracia y se lo donó a la Iglesia.

2- HOSPITAL PADRE BILLINI.

El Hospital Real de San Andrés, actualmente convertido en un Centro Educativo, ha corrido el peligro de desaparecer y la Facultad de Medicina de San Fernando se suma a los esfuerzos que instituciones tales como la Academia Nacional de Medicina y diversas personalidades realizan para evitar la demolición, parcial o total, de este edificio histórico que vio nacer la enseñanza ordenada y sistematizada de la medicina en nuestro país.

El antiguo Hospital Real de Andrés, ubicado en la calle de San Andrés, en la octava cuadra del Jr. Huallaga, cerca de la Plaza Italia, antes Plaza Santa Ana, estaba muy cerca del edificio antiguo del Colegio de Medicina y Cirugía de San Fernando inagurado por el Virrey Abascal en 1811. Se encuentra cerca también del Hospital San Bartolomé, y del Hospital de Santa Ana y debiera ser el local adecuado para albergar el Museo de la Historia de la Medicina del Perú.

El Hospital Real de San Andrés tiene sus inicios en 1552 cuando Francisco de Molina atendía en su casa en el Callejón de Santo Domingo a enfermos que carecían de recursos. El número de pacientes fue aumentando progresivamente y hubo que recurrir a la caridad pública y luego a la ayuda del Virrey Andrés Hurtado de Mendoza, Márquez de Cañete, quien le escogió un arrabal, le asignó algunas rentas comenzando la construcción por la edificación de las enfermerías. Agradecido Francisco de Molina, puso como nombre al naciente Hospital el nombre de su benefactor "Andrés".

Recordemos que en esas épocas la atención de los enfermos era un acto de caridad cristiana. La salud era un don divino y la enfermedad una prueba de fe. El médico se formaba más como académico que como práctico y socialmente era mejor considerado en cuanto podía comentar adecuadamente los clásicos hipocráticos y galénicos. El principal objetivo al fundar un Hospital era brindar un ambiente para el buen morir. Los que padecían una enfermedad ligera o curable eran atendidos en sus domicilios.

Este hospital de San Andrés, resultó algo peculiar sin embargo; solamente contaba con unas cuantas camas, casi como para guardar las apariencias, y apenas se atendían personas allí, a pesar de que tanto su administrador, como el mayordomo, el médico y las enfermeras tenían sueldos asignados para su administración.

En el siglo XIX, tanto el hospital como la capilla que se le había agregado y que eran una dependencia parroquial de la Catedral, les fueron cedidos al prebistero Francisco Xavier Billini para la fundación de un centro asistencial que se llamó la Beneficencia.

El hospital fue demolido en la segunda década del siglo XX para dar paso a la construcción de hoy Hospital Padre Billini.

Es uno de los capitulo de la fundación de la catedral de santo domingo, la orden de la fundación vino de Fray García Padilla en fecha de 12 mayo de 1512.
La última remodelación que se le hizo al hospital la realizó el presidente de la Republica, Dr. Leonel Fernández Reyna.

ENFERMERAS COMUNITARIAS Y SUS FUNCIONES.

Una enfermera comunitaria es una enfermera registrada que cuenta con formación avanzada para conjugar la atención espiritual, física y mental de las personas y las congregaciones. Ellas trabajan con los pastores y los miembros de la congregación para que éstos alcancen el más alto nivel de bienestar. Esto fortalece a la congregación para que se responsabilice por la enseñanza, los programas y los servicios que abordan la salud en forma integral.

El papel de la enfermera comunitaria abarca las siguientes funciones:

Integradora de la fe y la salud
Educadora en salud
Consejera en salud
Defensora y fuente de referencia
Líder y facilitadora de programa

Las enfermeras comunitarias identifican y promueven las oportunidades para fortalecer la relación entre la fe y la salud en el marco de los valores, creencias y prácticas de la comunidad de fe. Ellas desarrollan en las personas el sistema de fe y las prácticas que fortalecen la salud, como el perdón, la meditación y la oración.

Las enfermeras comunitarias son educadoras en salud y proporcionan a los miembros información sobre los problemas de salud, los tratamientos y la prevención. Esto abarca la interrelación de la fe, el cuerpo y la mente del individuo. La educación se ofrece a personas y grupos en temas identificados y solicitados por la congregación.

Las enfermeras comunitarias son consejeras en salud que escuchan y dan respuesta a las inquietudes de salud de las personas y sus familiares. Se atienden inquietudes relativas a los medicamentos, la presión arterial, la nutrición, el control del peso y los aspectos de la etapa final de la vida. Las enfermeras comunitarias no prestan los mismos servicios que otros profesionales de la salud ni realizan actividades tales como administrar inyecciones o curar heridas.

Las enfermeras comunitarias son una fuente de referencia para servicios médicos. Ellas establecen una relación entre las necesidades de los miembros y los recursos de la comunidad, y les ayudan para que tengan acceso a estos servicios.

Las enfermeras comunitarias son defensoras de aquellos miembros que tienen dificultades para recibir servicios médicos adecuados. Es posible que acompañen a las personas a los hospitales y a las citas médicas. Como líderes y facilitadoras de programa, apoyan a las congregaciones para promover entre sus miembros la asistencia financiera, el talento y la energía, y contribuir así con la misión de curación y salud de la congregación.

Los voluntarios están organizados y calificados para ayudar con las visitas, grupos de apoyo, y la planificación e implementación de los programas.

ENFERMERAS DE AYER Y DE HOY.
Enfermeras de ayer.

Las enfermeras de ayer eran enfermeras empíricas (no graduadas). Eran muy humanitarias, pues hacían labores fuera y dentro de los hospitales también visitaban las casas para atender los partos de mujeres embarazadas a estas la llamaban parteras.

No tenían lugar fijo, ya que estaban siempre en diferentes lugares como: los orfanatos, acilos, en casa de comunidad, como también en hospitales.

Muchas de las enfermeras de ayer no se casaban, pues entregaban su vida a Dios y a curar a sus enfermos. Las enfermeras de ayer tenían una característica muy diferente a las de hoy pues ellas le mostraban afecto amor y cariño a sus paciente.Vestimenta de la enfermera de ayer-Usaban faldas largas.-Camisas mangas largas.-Un gorro con un pequeño velo.-Medias largas.-Zapatos medios altos.-Un delantal en el que introducían sus elementos de trabajos.

-La Lámpara era otro atributo que aparece con frecuencia en el uniforme o en la cofia de las enfermeras, ha sido retomada como símbolo de la enfermería, pues
En la mujer:

- Usar el uniforme reglamentado. Cuando se trate de vestido o saya, debe, tener el largo a la rodilla y usar medias largas. El ancho del vestido, chaqueta y pantalón, debe permitir realizar movimientos con soltura y sin impedimentos.

-Llevar pelo corto o recogido.

-Utilizar gorro o cofia de acuerdo a la actividad que realiza.-Tener uñas cortas y con pintura discreta.-Usar reloj con secundario.-Evitar el uso de prendas no requeridas durante el desarrollo de su labor (pañuelos de --cabeza, collares, aretes colgantes u otros)-Maquillaje discreto.
-Mantener los zapatos limpios.

En el hombre:
- Llevar el uniforme reglamentado (limpio y holgado). - Mantener el pelo corto y la barba rasurada. - Tener uñas cortas. - Usar reloj con secundario. - Mantener los zapatos limpios

Enfermeras de hoy.

Acrecentando su responsabilidad por el descubrimiento de nuevos fármacos, nuevas técnicas, que han obligado a introducir modificaciones radicales en los cuidados de enfermería.

El cuidado de las enfermeras de hoy plantean retos diferentes a los que tuvieron que afrontar las enfermeras de ayer como Florence Nightingale, puesto que las enfermeras actuales les exigen efectuar tareas que antaño realizaban los médicos antes de las décadas de los 30.

Las enfermeras actuales tienen una disciplina más compleja en el área de la salud, con un gran impacto social que constantemente aumentan sus funciones para satisfacer las necesidades que imponen el cuidado de la salud en un mundo en cambios constantes.

Las enfermeras actuales deben nutrir sus conocimientos a su vez sustentados por avances en biología, sociología y psicología. De esta forma el enfermero (a) se caracteriza por poseer una sólida formación teórica y práctica que le permite un desempeño altamente calificado en sus funciones asistenciales, docentes, gestores e investigadores.

Las enfermeras de hoy se integran activamente y coordinan las tareas del equipo de salud desde su calificación, técnica, capacitada refractiva, así como una forma de relación personalizada, sustentada por la reflexión, la metodología y un humanismo integral.

domingo, 3 de enero de 2010

Dosificacion de Medicamentos

Ø Calculo de solución

La concentración de solutos en soluciones de uso clínico se expresa de diferentes maneras simultáneamente, como concentración porcentual, molaridad, molalidad, equivalencia y osmolaridad, lo que obliga a disponer de tablas con factores de conversión, para efectuar transformaciones entre diferentes modalidades según sea necesario (1). Consecuencia del uso rutinario de tales factores es la pérdida gradual de familiaridad con los conceptos y definiciones básicas de las diferentes tipos de concentraciones. Por ello, en este trabajo se presenta una revisión de las diferentes modalidades para la expresión de la concentración de solutos en soluciones clínicas, y una metodología abreviada para realizar interconversiones entre ellas. Si bien el procedimiento que presentamos no es tan ágil comparado con el uso de factores de conversión, tiene la ventaja de recordar al usuario los aspectos básicos de las diferentes definiciones de concentración cada vez que se usa. Paradójicamente, la información necesaria para una comprensión adecuada del tema no se consigue con facilidad en la literatura, ya que se encuentra dispersa, y en ocasiones no muy bien explicada, en textos de Bioquímica de ediciones relativamente antiguas (2), textos de Química Clínica (3), y algunos textos básicos de Química (4).

Concentración de soluciones acuosas en clínica

La concentración de solutos en soluciones acuosas clínicas se expresa usando unidades físicas, cuando la cantidad de soluto es porcentual como masa, medida con mucha frecuencia en gramos o miligramos, por 100 ml de solvente. En algunos casos, encontramos la variante de expresión como volumen / volumen (como por ejemplo en la solución de alcohol al 70% en agua), y unidades químicas, como molaridad, equivalencia, y osmolaridad, en las que la masa del soluto se da en los gramos o miligramos de sustancia o compuesto que proporcionan, por litro, un número determinado, ya sea de moléculas o iones, de cargas eléctricas, o de partículas totales, referidas todas al número de Avogadro (6,02 x 1023).

Unidades químicas de concentración
Molaridad
Un mol es un número de gramos de una sustancia o compuesto igual al peso fórmula, y contiene un número de Avogadro ( #Av) de moléculas, iones, o de manera más general, de "unidades formulares", que definiremos posteriormente. Por ejemplo, 180 gramos de glucosa (Peso Molecular, o PM = 180) representan 1 mol (o peso molar) de la misma, y al mismo tiempo un #Av de moléculas de glucosa. 180 miligramos de glucosa representarían 1 milimol, o sea 1/1000 de #Av de moléculas (6,02 x 1020).

En el caso del compuesto NaCl ( Peso Fórmula, o PF = 58,45), 58,45 g representan 1 mol (un peso molar) del compuesto, y al mismo tiempo 1 #Av de "unidades" de NACI, que llamaremos "unidades formulares" del compuesto. Esta denominación se justifica porque, cuando se disuelve 1 mol de NaCl en agua, la solvatación de los iones se representa así,

H2O

(Ec.1)
NaCl
Na+
+
Cl-

1 mol

1 mol

1 mol

lo que implica que la disolución de 1 mol (1 #Av) de unidades formulares de NACI, nos proporciona en solución 1 mol (1 #Av) de Na+ y además 1 mol (1 #Av) de Cl -, o sea dos #Av de iones. Sin embargo, la definición de mol, en el caso de sales, toma en cuenta únicamente las unidades formulares de la sustancia o compuesto con que trabajamos, sin importar cuántos iones aparecen en solución como resultado de la solvatación de la sal.

La molaridad como expresión de concentración se define así
Molaridad = M = moles de soluto / litro = moles 1 litro. (Ec. 2)
El cálculo de los moles es muy simple. Por ejemplo, un suero glucosado al 5% contiene 5 g de glucosa/100 ml. Para calcular los moles de glucosa en esos 5 g, y sabiendo que PMglucosa = 180, aplicamos la proporcionalidad:

1 mol ----------------- 180 g x moles ------------------ 5 g
Se sigue que moles = 5 g/1 80 = 0,027, o sea que, para calcular el número de moles, se divide la cantidad de sustancia en cuestión entre el peso molecular (o peso fórmula, o peso atómico, según sea el caso).
La fórmula es:
moles = g / PM (o PF o PA) (Ec. 3)
La molaridad del suero glucosado al 5%, que contiene 0.027 moles de glucosa en 100 ml (0, 1L), se calcula
Molaridad = M = moles / litro = 0,027 moles/ 0, 1 litros= 0,27
El resultado nos dice también, a pesar de que ello no se menciona rutinariamente, que la solución contiene 0,27 #Av de moléculas de glucosa en un litro. El resultado se puede expresar también en milimoles por litro, que denominamos milimolaridad (mM), que se calcula de manera general
mM = M x 1 000 (Ec. 4)

y en el ejemplo anterior sería mM = M x 1 000 = 0,27 x 1000 = 270 (milimolar)
También se puede encontrar la molaridad en milimoles /ml, que se obtiene, por ejemplo, dividiendo por 1 000 numerador y denominador en la expresión mM = 270mmoles /litro. La solución 27OmM tiene entonces 0,27 mmoles/ml. El mismo resultado se obtendría si dividimos por 1 000 ambos miembros de la concentración molar M = 0,27 moles /litro, lo que resulta en 0,00027 moles/ml, aunque el manejo de los decimales sea más incómodo. En algunas ocasiones debemos partir de miligramos de sustancia para el cálculo de la molaridad, y es más cómodo recurrir a la siguiente relación:

milimoles = mm = mg / PM (Ec. 5)
milimolaridad = mM = milimoles / Litro (Ec. 6)
Como ejemplo, una concentración de glucosa de 100 mg %, común en soluciones fisiológicas, puede expresarse en términos de milimolaridad (mM). Para ello, calculamos primero los milimoles correspondientes
milimoles = mm = mg / PM = 100 mg / 180 = 0,555
y luego la miliMolaridad (mM) referida a 100 ml (0, 1 litros)
mM = mm / litro = 0,555 milimoles / 0,1 litro = 5,55.
Resulta fácil invertir el proceso y calcular, por ejemplo, la concentración porcentual en g % correspondiente a una solución 0,277 M en glucosa. Para ello, planteamos (de acuerdo a Ecs 2 y 3)
M = moles / litro = g / PM / litro, de lo cual conocemos M = 0,277, PM = 180, y litro = 0,1. Por lo tanto
M = 0,277 = x g / 180 / 0,1 litros, de donde x = 4,986 g = 5 g (redondeado). Nótese que el dato corresponde a g % ya que trabajamos con un volumen de 0,1 litros.
El mismo procedimiento se usa partiendo de la misma concentración de glucosa expresada como milimolaridad, o sea 277 mM. Obtenemos entonces el resultado en miligramos.
mM = 277 = x mg /180/ 0,1 l; x = 4986 mg
Si queremos calcular la molaridad del NACI en una solución al 0,9%, calculamos primero los moles partiendo de la cantidad de la sal que tenemos (0,9 g en 100 ml, o sea 0, 1 litros) y su peso fórmula de 58,45:

moles = g / PF = 0,9 g / 58,45 = 0,0153
y luego procedemos al cálculo de la molaridad,
Molaridad = M = moles / litro = 0,0153 / 0,1 = 0,153.
Esto significa que la solución contiene 0,153 #Av de unidades formulares de NaCl por litro, y como se apuntó anteriormente (Ec. 1), 0,153 #Av de Na+ y 0,153 #Av de Cl -. Lo anterior no tiene ninguna trascendencia para la definición de molaridad, toda vez que se defina claramente cuál es la especie con que se trabaja, a saber, si es la sal, en cuyo caso se usa el PF de 58,45 del NaCl para el cálculo de la molaridad, sin que importe el número de iones liberados, o si es uno de sus iones, debiéndose usar entonces el peso atómico del ión respectivo para calcular su molaridad.

Sin embargo, se desprende también de lo anterior (y de la Ec.1) que podemos estimar fácilmente la concentración molar de los iones en solución partiendo de la concentración molar de la sal y de la ecuación balanceada que ilustra la disociación. Así, por ejemplo, en la solución fisiológica Hank's la concentración de CaCI2 (PF 111) es de 0,14 g/L, que equivale a 14 mg %. Podemos calcular la milimolaridad (mM) de la sal partiendo de esta concentración en mg % (Ecs 5 y 6)
milimolaridad CaCI2 = mM = mg / PF / litros = 14 mg / 111 / 0,1 litros = 1,26
Si escribimos la ecuación balanceada de la disociación del CaCI2 podemos incluir el valor de la milimolaridad de la sal que acabamos de calcular (1,26 mM), y encontrar las concentraciones correspondientes de los iones según la estequiometría de la ecuación.

H2O

(Ec.7)
NaCl2
Ca+2
+
2 Cl-

1,26 mM

1,26 nM

2 (1,26 mM)

La solución es entonces 1,26 milimolar en Ca+2 y 2,52 milimolar en Cl -. Esta manera de calcular rápidamente las concentraciones molares de los iones de una sal disuelta es extremadamente útil para el cálculo abreviado de concentraciones en Equivalencia y Osmolaridad, que detallaremos más adelante.

Otra modalidad de expresión de concentración es la molalidad, la cual se define como moles de soluto por kilogramo de solvente:

Molalidad = moles/kg solvente (Ec. 8)
Esta se usa cuando las soluciones, particularmente si se hacen en solventes orgánicos, se someten a temperaturas que causan variaciones significativas en el volumen del soluto. Si la concentración se define en términos de masa/masa, como en la molalidad, tal relación no cambia a pesar de que el volumen del solvente cambie con la temperatura. En la medida en que la gran mayoría de las concentraciones de soluciones clínicas se preparan a volumen fijo, como en la molaridad, y no a peso fijo de solvente, como en la molalidad, y se usan a temperatura ambiente, la molalidad tiene aplicación muy limitada en el contexto clínico, y no debe usarse como sinónimo o sustituto de molaridad, especialmente cuando se trata de soluciones concentradas, en las que el volumen de soluto es relativamente alto con respecto al solvente.

Equivalencia
Para definir la equivalencia como método de expresión de concentración debemos considerar primero el peso equivalente. Este es la cantidad en gramos de una sustancia o compuesto que proporciona 1 mol, o #Av, de unidades reactantes; para compuestos iónicos, como las sales, es la cantidad de gramos que contribuye un mol de cargas positivas o de cargas negativas cuando la disociación es completa, lo que sucede en la vasta mayoría de las soluciones clínicas, que no llegan a ser lo suficientemente concentradas como para prevenir una disociación total de las sales. En el caso de ácidos o bases, el peso equivalente es la cantidad en gramos de ácido o base que proporciona, o reacciona con, un mol, o #Av, de iones hidronio o de iones hidroxilo.

Como consecuencia de lo anterior, no se aplica la definición de peso equivalente a no electrolitos como glucosa o urea.

En el caso de las sales, encontramos dos situaciones a considerar. En primer lugar, para compuestos tales como NaCl y KCI, la disociación se ilustra, como vimos antes,

H2O

NaCl
Na+
+
Cl-

La disolución de 1 mol de NaCl nos da 1 mol (#Av) de cada uno de los iones, o sea 1 mol y #Av de cargas positivas y negativas. Sin embargo, 1 mol (o peso molar) de NaCl o KCI representa también un peso equivalente de las mismas, porque se ajusta a la definición, dando 1 mol o #Av de cargas positivas o negativas. El que la sal proporcione simultáneamente cargas positivas y negativas no tiene importancia en la definición de peso equivalente.

En el caso de sales de iones polivalentes, como CaCI2, o MgSO4, la situación varía, porque la disolución de 1 mol de CaCI2 proporciona 1 mol de Cal2, o sea 2 moles (#Av) de cargas positivas, y representa por consiguiente 2 equivalentes de cargas positivas. Se sigue que la cantidad de CaCI2 requerida para proporcionar 1 mol de cargas positivas, o sea el peso equivalente, es igual a peso fórmula/2. Lo anterior conduce a la fórmula general
peso equivalente = pe = Peso Fórmula (Peso atómico) / # de cargas (Ec. 9)
El peso equivalente se usa para calcular la cantidad de equivalentes contenidos en una determinada cantidad de sustancia, mediante las fórmulas siguientes, derivadas también por proporcionalidad:

equivalentes = eq = gramos/peso equivalente (Ec. 1 0)
miliequivalentes = meq = miligramos 1 peso equivalente (Ec.11)
Por ejemplo, en el caso del ion Ca+2 , el peso equivalente es
pe Ca+2 =peso atómico / # cargas = 40 / 2 = 20
20 g de Ca+2 (un peso equivalente, o 0,5 moles) proporcionan 1 #Av de cargas positivas.
La equivalencia como método de expresión de concentración involucro equivalentes por volumen, y se define como
Eq = equivalentes/litro = eq/L (Ec 12)
mEq = miliequivalentes / litro = meq IL (Ec. 13)
Si tenemos una solución que contiene 0,24 g / L (240 mg/L) de CaCI2 (PF 111), y queremos calcular la concentración del Ca+2 en términos de equivalencia, podemos empezar por calcular el peso equivalente (pe) del CaCI2. Según la Ec. 7, la disociación de este compuesto proporciona 2 cargas positivas (Ca+2) y 2 cargas negativas (2 CI-). Por consiguiente, el cálculo es
pe CaCI2 =PF/ # cargas = 111/2 = 55,5
los miliequivalentes de CaCl2 se calculan a continuación
meq CaCI2 = mg/pe =240/55,5 = 4,32, y la miliequivalencia (mEq)
mEq CaCI2 = meq/litro = 4,32/1 = 4,32
El resultado significa que los 240 mg de CaCI2/Iitro son la cantidad de compuesto necesaria para darnos 4,32 milésimas de #Av (4,32 meq) de cargas positivas (Ca+2) o de cargas negativas (CI- ) por litro. Además, como las sales son eléctricamente equilibradas, se sigue que cuando el CaCI2 se disocia, nos proporcionará también 4.32 meq de Ca+2, y 4.32 meq de Cl -.

Existe una mecánica alterna de efectuar el cálculo de la miliequivalencia del CaCI2 y de sus iones en solución, partiendo de la relación entre la molaridad y el número de cargas, que preferimos por ser más didáctica. Como se especificó anteriormente, 1 mol de CaCI2 contribuye 2 #Av (2 equivalentes) de cargas positivas.
Por consiguiente
(m)Equivalencia = (m)Eq = (m)Molaridad x número de cargas (+ o - ) (Ec. 14)
En el caso ilustrado, de la solución que contiene 240 mg de CaCI2/Iitro, calculamos primero la milimolaridad del mismo
mMCaCI2 = mg/PF = 240/111 = 2,16
De acuerdo a la Ec. 14, la miliequivalencia del CaCl2 se obtiene así
EqCaCl2 = mM x # cargas = 2,16 x 2 = 4,32
Para el cálculo de la miliequivalencia de los iones Ca+2 y Cl- y según la Ec. 7, estimamos primero la milimolaridad (mM) de cada uno

H2O

CaCl2
Ca+
+
2 Cl-
2,16 mM

2,16 mM

2 x 2,16 mM

en resumen, la mM del CaCI2 es de 2,16, la mM del Ca+2 es 2,16, y la del Cl - 4,32; aplicando entonces la Ec. 14, mEquivalencia Ca+2 =mEq Ca+2 = mM x # cargas = mM x 2 = 2,16 x 2 = 4,32 y
mEquivalencia Cl- = mEq CI- = mM x # cargas = mM x 1 = 4,32 x 1 = 4,32
Esta última mecánica presenta ventajas importantes, ya que nos permite ilustrar de manera más clara el cálculo de la equivalencia de iones individuales en la solución. Permite además interconvertir Molaridad (M) y Equivalencia (Eq) de manera sumamente rápida, ya que, de acuerdo a la Ec. 14,
M= Eq/# cargas y mM = mEq/# cargas (Ec. 15)
Debemos anotar también que en el caso de sales constituidas por iones monovalentes, la Ec.14 se convierte en Equivalencia = Molaridad x 1, por lo que Eq = M y mEq = mM. Para este tipo de compuestos, como NACI y KCI, la Equivalencia es igual a la Molaridad, y una solución 0,1 M en Na+ es también 0,1 Eq en Na+.

De igual manera, la conversión rápida de Eq en M que obtenemos mediante las Ec. 14 y 15 agiliza la conversión adicional de M hasta g. o mg %, de acuerdo a las Ec. 2 y 3.
Osmolaridad.

En contraste con la definición de molaridad, que en el caso de sales se aplica a unidades formulares sin consideración del número de partículas, o la de equivalencia, que considera números de cargas provenientes de la sal independiente del número de iones, la osmolaridad es una expresión de concentración en la cual el criterio para la cantidad de masa empleada en la solución es el número total de partículas, o solutos totales contribuidos por la misma, y su importancia es básica para definir la tonicidad de soluciones. Se puede usar la osmolaridad para expresar la concentración tanto de electrolitos como no electrolitos, y su cálculo debe empezar por la definición de el peso osmolar (po), que es la cantidad de sustancia que nos proporciona 1 #Av partículas, o solutos totales. Para la glucosa, 1 mol es igual a 1 po, por cuanto la glucosa no se disocia o ion¡za en solución. En el caso de sales, un mol de unidades formulares (p.ej. NaCl o MgSO4) totalmente disociado da origen en solución tantos moles, o #Av de partículas, como iones componentes tenga la sal. Por ejemplo, 1 mol de NACI o de MgSO4 da origen cada uno a 2 moles de partículas en solución. Pero 1 mol de CaCI2 nos da 3 moles de iones por contener un ion Ca+2 y 2 iones Cl -. En general, el po es igual al peso fórmula (PF) dividido por el número de iones liberados durante la solvatación.

peso osmolar = po = PF / # partículas (Ec. 16)
El peso osmolar es un parámetro que se usa para establecer los osmoles contenidos en la cantidad de sustancia que se colocará en solución. De nuevo, la relación de proporcionalidad permite enunciar que
osmoles = osm = gramos de sustancia / po (Ec. 17)
miliosmoles = mosm = miligramos de sustancia / po (Ec. 18)
La osmolaridad (Osm), como expresión de concentración, se define así:
Osm = osm / litro (Ec. 19)
miliosmolaridad = mOsM = miliosmoles / litro (Ec. 20)
Los siguientes ejemplos ilustran la aplicación de las fórmulas. Para calcular la osmolaridad del suero glucosado 5%, establecemos primero que el peso osmolar (po) de la glucosa es:
po glucosa = PM/# cargas = 180/1 = 180
Para calcular los osmoles:
osmoles glucosa = gramos/po 5/180 = 0,027
y la osmolaridad es:
Osmolaridad glucosa = Osm osmoles / litro = 0,027 / 0,1 litro = 0,27
El suero glucosado al 5% es, entonces, 0,27 osmolar y tiene 0,27 #Av de partículas en solución. Como en no electrolitos po = PF, para ellos la Molaridad = Osmolaridad.
Para calcular la osmolaridad del CaCl2 (PF 111) 0,2% contenido en una solución fisiológica, procedemos de la misma forma:
por CaCl2 = PF/# partículas = 111/3=37
Los osmoles contenidos en los 0,2 g de CaCl2:
Osmoles CaCl2 = osm = g / po = 0,2 / 37 = 0,0054 (o sea 5,4 miliosmoles)

La osmolaridad:
Osmolaridad CaCI2 =Osm = osm / litro = 0,0054 / 0,1 = 0,054, o lo que es igual
MiliOsmolaridad CaCI2 = mOsm = mosm / litro = 5,4 / 0,1 = 54
El CaCI2 en la solución contribuye con 0,0054 #Av de partículas a la osmolaridad total de la misma, que sería la suma de las osmolaridades individuales de los componentes.
Existe también la opción de un método alterno y más didáctico para el cálculo de la osmolaridad, a partir de la molaridad y el número de partículas del compuesto. En general
Osmolaridad = Osm = molaridad (M) x # partículas (Ec. 21)

Para no electrolitos, el # de partículas = 1, y para las sales es igual al número de iones que las componen ( 2 para KCI y MgSO4, 3 para CaCI2).

En la misma solución 0,2% (200 mg %) en CaCI2, el cálculo alterno de la osmolaridad (Osm) inicia con el cálculo de los milimoles de la sal (usamos milimoles solamente por razones de comodidad en cálculo):

milimoles CaCI2 = miligramos/PF 200 / 111 = 1,8 seguido de el de la milimolaridad (mM):
mMCaCI2 =milimoles / litro = 1,8 / 0,1 = 18 y la miliosmolaridad:
mOsmCaCI2 =milimolaridad x # partículas = 18 x 3 = 54

Conclusión
Es deseable que el personal médico y de apoyo comprenda a cabalidad el significado de las unidades de concentración usadas en soluciones clínicas, y los mecanismos de conversión entre ellas, aunque sea común encontrar los valores de concentración expresados simultáneamente en diferentes unidades en el mismo recipiente. En esta revisión hemos ofrecido un desarrollo detallado para los cálculos de los diferentes tipos de concentraciones, así como una metodología alterna, más rápida y didáctica, que se puede resumir de la siguiente manera:

a) Para conversiones g%, mg% Molaridad, miliMolaridad Equivalencia, miliEq.
las ecuaciones a considerar son:

(m)g/ PM(PF,PA) /litro = (m)Molaridad (m) Molaridad x # cargas= (m) Equivalencia
b) Para conversiones g%, mg%Molaridad, milimolaridad 11:7>- Osmolaridad, miliosm.
las ecuaciones son:

(m)g/ PM(PF,PA/litro = (m)Molaridad (m) Molaridad x # partículas = (m) Osmolaridad
Esta metodología se usa en combinación con la estimación de concentraciones iónicas individuales a partir de las concentraciones de sales y la estequiometría de la disolución, de acuerdo a la Ec. 7.
La abundancia de ejemplos en recipientes, viales y bolsas de soluciones para uso tópico, oral e inyectable brinda una rica fuente para la práctica de los conceptos ilustrados en este trabajo.

Ø Regla de tres

La regla de tres simple directa es una relación que se establece entre tres valores conocidos y una incógnita, donde se puede establecer una relación de linealidad (proporcionalidad) entre los valores involucrados (análogo para proporcionalidad inversa).

Normalmente se representa de la siguiente forma:
Siendo A, B y X valores conocidos e Y la incógnita cuyo valor queremos averiguar. Esto se lee de la siguiente manera:

A es a B como X es a Y
Donde conocemos ya la relación que existe entre las cantidades A y B, y queremos calcular Y dado que existe la misma relación entre X y Y.

Ø Dosificacion de medicamentos:poner ejercicios

Así por ejemplo para pasar 60 grados a radianes podríamos establecer la siguiente regla de tres:por ejemplo

Ubicamos la incógnita en la primera posición:
Esto formaliza la pregunta "¿Cuántos radianes hay en 60 grados, dado que π radianes son 180 grados?". Así tenemos que:

Donde π es el Número π.
Otro ejemplo sería el cálculo de cuántos minutos hay en 7 horas. Sabemos que hay 60 minutos en 1 hora, por lo que escribimos:

El resultado es:
Una técnica útil para recordar cómo encontrar la solución de una regla de tres es la siguiente: X es igual al producto de los términos cruzados (π y 60, en este caso) dividido por el término que está frente a X.

Ø Conversión de los medicamentos

Si el medicamento viene en forma de suspensión, se debe agitar bien antes de usar.
No se deben usar cucharas de plata para administrar un medicamento, ya que no todas son del mismo tamaño. Una cucharadita normal podría ser tan pequeña como media cucharadita o tan grande como dos cucharaditas.

Las cucharas medidoras utilizadas para cocinar son precisas, pero se derraman con facilidad.
Las jeringas orales tienen algunas ventajas para administrar medicamentos líquidos:

Son precisas
Son fáciles de usar
Un niño puede llevar una jeringa con tapa que contenga una dosis del medicamento a la guardería o a la escuela

Sin embargo, puede haber problemas con las jeringas orales. La FDA ha recibido informes de casos de niños pequeños que se han ahogado con las tapas de las jeringas. Para estar seguro, se debe retirar la tapa antes de usar una jeringa oral y botarla si no se necesita para uso futuro. Si, de lo contrario, se necesita, se debe mantener lejos del alcance de los bebés y niños pequeños.
Las tazas dosificadoras también son una forma práctica para la administración de medicamentos líquidos; sin embargo, ha habido errores en la dosificación con ellas. Se deben verificar siempre que las unidades (cucharadas, cucharaditas, mL o cc) en la taza o la jeringa concuerden con las unidades de la dosis que se desea administrar.

Los medicamentos líquidos con frecuencia no saben bien, pero en la actualidad hay disponibilidad de muchos sabores que se le pueden agregar a cualquiera de estos medicamentos. Al respecto, se le puede preguntar al farmaceuta.

Conversión de unidades:
1 mL = 1 cc
2.5 mL = 1/2 cucharadita
5 mL = 1 cucharadita
15 mL = 1 cucharada
3 cucharaditas = 1 cucharada

Farmacologia

Ø Que son los fármacos?

Es término farmacológico para cualquier compuesto biológicamente activo, capaz de modificar el metabolismo de las células sobre las que hace efecto. En el campo de la medicina, veterinaria y otras ciencias, se utilizan los fármacos con fines terapéuticos—para el tratamiento de un mal—diagnósticos—para asistir en los hallazgos de algún mal—o profiláctico—la defensa del individuo de amenazas a su salud. Este concepto de fármaco incluye las drogas, neurotransmisores, hormonas, venenos, medicamentos, etc., cuyo principio activo es usado para un preparado farmacéutico. La ciencia encargada del estudio de los fármacos es la farmacología

Ø De que tratan?

AliviarLos trastornos y las enfermedades se manifiestan por signos y síntomas como el dolor, la fiebre, el picor o la tos, por ejemplo. El alivio de ese malestar fue probablemente la necesidad que indujo al ser humano a la búsqueda de los primeros medicamentos. Algunos medicamentos, como los analgésicos y los antihistamínicos, están diseñados exclusivamente para el alivio de los síntomas. Otros, suponen alivio desde el momento que combaten la raíz de la enfermedad. Y es frecuente que un tratamiento combine ambos tipos de medicamentos.CurarCurar significa eliminar la causa de la enfermedad. Así, el efecto curativo de los antibióticos consiste en la eliminación de la infección bacteriana; los virus son atacados por los medicamentos antivirales; los fungicidas destruyen las infecciones producidas por hongos y los antiparasitarios hacen lo propio con microorganismos como los protozoos. TratarHay disfunciones del organismo que, de momento, no tienen cura. También existen enfermedades de larga duración (enfermedades crónicas) que no mejoran con el tiempo. En estos casos, el medicamento cumple la importante función de tratar la enfermedad. En la diabetes, por ejemplo, tenemos que el organismo no produce la insulina, con lo que es preciso suministrarla de forma externa y permanentemente durante toda la vida. Otras enfermedades, como la migraña, tampoco son, hoy por hoy, curables, pero los medicamentos que la tratan sólo se aplican cuando surgen las crisis.PrevenirLa prevención es una de las bases de la medicina moderna. Prevenir evita curar y tratar una enfermedad, con todos los esfuerzos y recursos que ello acarrea. La prevención se puede realizar de muchas formas y desde diferentes ámbitos como los estilos de vida (alimentación, ejercicio físico, estrés, etc.), política sanitaria (control de la calidad del agua, recogida de basuras, evacuación de aguas residuales, etc.) o la administración de determinados medicamentos.Las vacunas es el mejor ejemplo de la acción preventiva de los medicamentos. Gracias a ellas se han logrado controlar enfermedades mortales como la difteria, el tétanos o la polio, y disminuir la incidencia de enfermedades más comunes, como la gripe. Otros medicamentos que cumplen una función preventiva son los antibióticos (para prevenir infecciones graves como las que pueden derivarse de una operación quirúrgica), los antisépticos (para la desinfección de heridas), los comprimidos que se dispensan cuando se viaja a zonas tropicales para evitar enfermedades como la malaria o el ácido fólico que se administra a las embarazadas para prevenir la espina bífida en el bebé.DiagnosticarLos medicamentos también se utilizan para el diagnóstico de enfermedades. Los más importantes son los utilizados como contrastes radiológicos para visualizar determinadas partes del organismo: vías renales, corazón, exploraciones gastrointestinales, etc.

Ø Usar 2 fármacos y hablar de ellos.

1. Epamin:
Uso: Anticonvulsivante, tratamiento de la neuralgia trigeminal, arritmias por toxicidad digitálica, arritmias ventriculares resistentes a la lidocaína, síndrome de QT alargado congénito y arritmias ventriculares después de cirugía por cardiopatía congénita.

Dosis: Anticonvulsivante: IV/VO, 1 g (10-15 mg/kg) dividido en 3 dosis durante 6 hrs; no exceder la administración IV de 50 mg/min o 0.5-1.5 mg/kg/min en niños. Administrarlo en soluciones no glucosadas para evitar la precipitación. Mantenimiento: IV/VO, 100 mg cada 6-8 hrs (niños: 5 mg/kg/día). Dosis sérica terapéutico: 10-20 mcg/ml. Antiarrítmico: IV, 1.5 mg/kg cada 5 minutos hasta que la disrritmia haya cedido (dosis máxima de 10-15 mg/kg).
Eliminación: Hepática.

Farmacología: Su efecto anticonvulsivante primario se haya en el cortex cerebral. Ahí estabiliza las membranas neuronales y previene que se disperse la actividad anómala por las redes neuronales contiguas. La actividad eléctrica celular es estabilizada por la DFH tanto previniendo el influjo como el exflujo de iones sodio. Puede usarse para todo tipo de crisis epilépticas a excepción de pequeño mal. Es un antiarrítmico clase 1b. Disminuye el automatismo, duración del potencial de acción, velocidad de conducción y el período refractario efectivo de las fibras cardiacas.

Farmacocinética: Latencia: <15>Preparación de la sustancia a administrar subcutáneamente

Antes de realizar cualquier procedimiento hay que lavarse las manos y enfundarse unos guantes, que en este caso no es preciso que sean estériles. Muchos de los medicamentos que se administran subcutáneamente ya vienen precargados. Si tuviéramos que cargar en la jeringuilla el medicamento que vamos a inyectar, las instrucciones a seguir quedan explicadas en “Administración parenteral de medicamentos: conceptos generales”.

Elección del lugar de la inyección para la administración intradérmica de sustancias
Las zonas donde se pueden administrar subcutáneamente los medicamentos son las siguientes:

· Tercio medio de la cara externa del muslo.
· Tercio medio de la cara externa del brazo.
· Cara anterior del abdomen.
· Zona superior de la espalda (escapular).
· Otros lugares que también se contemplan, según la bibliografía consultada, son: el flanco del abdomen, la cresta iliaca y la zona superior y lateral de la nalga.

Aplicación subcutánea del medicamento

Los pasos a seguir a la hora de ejecutar la inyección subcutánea son los siguientes:
· Antes de inyectar el medicamento hay que desinfectar la piel. Para ello se aplica una torunda impregnada de antiséptico en el centro de la zona elegida. Posteriormente y con un movimiento que dibuje una espiral hacia fuera, se abarca un diámetro de unos 5 cm. Con ello “se barren” hacia el exterior los gérmenes de esa zona de la piel, cosa que no se consigue si el movimiento que le imprimimos a la torunda es de derecha a izquierda o de arriba abajo.

· Con la mano no dominante, pellizcar la piel del paciente, formando un pliegue de unos 2 cm. Coger la jeringa con el pulgar y el índice de la otra mano.

· Colocar la aguja formando un ángulo de 45 grados con la base del pliegue que hemos formado. El bisel debe de mirar hacia arriba.

· Clavar la aguja en la base del pliegue e introducirla unos 3-4 mm. Aspirar, para ver si hemos conectado con un vaso. En caso afirmativo, debemos extraer la aguja y pinchar nuevamente en otro lugar.

· Soltar el pliegue e introducir lentamente el medicamento. El fundamento de estas dos acciones es que con ellas se disminuye el dolor que causa el procedimiento.

· Una vez inyectada toda la sustancia, retirar la aguja. No se debe masajear la zona. Se puede dejar una gasa en el lugar de punción, por si refluye algo de líquido. Para evitar ese posible reflujo, a la hora de cargar la medicación en la jeringuilla podemos añadir 0,1 ml de aire y asegurarnos de que éste queda posterior al líquido a administrar. Así, a la hora de realizar la inyección, el aire forma una burbuja-tapón que impide que salga el medicamento.

A estas indicaciones generales, se deben de añadir algunas advertencias particulares:

· En el caso de los diabéticos, dado que se inyectan insulina al menos una vez al día, se debe de rotar la zona de punción, para así evitar las lesiones cutáneas. Por otro lado, con las jeringuillas precargadas no se puede formar un ángulo de 45 grados al clavar la aguja en la piel. El ángulo que se emplea es de 90 grados.

· En el caso de las heparinas de bajo peso molecular, la zona de punción es la cintura abdominal antero y posterolateral, siempre por debajo del ombligo y alternando el lado con cada pinchazo. El ángulo que se emplea para clavar la aguja también es de 90 grados. Por último, tras introducir la aguja, no se debe de aspirar, ya que se ha visto que esta maniobra favorece la aparición de los hematomas.

La vía subcutánea en los Cuidados Paliativos

La vía subcutánea es la de elección en los enfermos terminales cuando no se puede emplear la vía oral y, especialmente, si estamos hablando de enfermos cuyo cuidado es domiciliario. La administración de la terapia se puede llevar a cabo de dos maneras:

Por infusión subcutánea intermitente. Es la forma más sencilla y asequible para los equipos de atención primaria. Puede realizarse mediante la punción reiterada cada vez que se quieran administrar los diferentes medicamentos o, mucho mejor, mediante la administración intermitente de éstos a través de una palomilla insertada en el tejido subcutáneo. La palomilla o mariposa es un dispositivo que consta de las siguientes partes:

· Una aguja rígida y corta.
· Unas “alas” que sirven para sostener la aguja y poder realizar la punción.
· Un pequeño tubo flexible que termina en una conexión a través de la cual se administra el tratamiento.

La palomilla se puede colocar en cualquier parte del cuerpo. Una vez insertada hay que fijarla y cubrirla con un apósito transparente, para así poder vigilar las reacciones locales que se puedan producir o la salida accidental de la aguja. Si no hay complicaciones locales, se recomienda cambiar el lugar de punción cada 4-7 días.
Por infusión subcutánea continua. Para llevarla a cabo existen dos tipos de dispositivos: las bombas electrónicas externas, que no se suelen utilizar en atención primaria y los infusores elastoméricos desechables, que son muy útiles en nuestro medio. Con respecto a éstos, los pasos a seguir son los siguientes:

· Preparar el infusor con la medicación deseada (normalmente en la unidad de oncología o de cuidados paliativos de referencia).

· Insertar la palomilla en el tejido subcutáneo y purgar el sistema con suero fisiológico.

· Conectar el tubo flexible de la palomilla con el infusor.

· Fijar y cubrir la palomilla con un apósito transparente para poder vigilar las reacciones locales o la salida accidental de la aguja.

· Como se está administrando una perfusión continua que normalmente contiene varios fármacos, se aconseja cambiar el punto de punción cada 3-4 días.

Cuando no se cuente con infusores la medicación se puede diluir en los sueros que utilizamos habitualmente, los cuales conectaremos a una vía subcutánea. Este sistema también puede emplearse cuando la familia insiste en que hay que “alimentar” al paciente, pues por esta vía se pueden administrar entre 1000-1500 ml de suero fisiológico diario.

2 Vía intradérmica

La vía intradérmica es una de las cuatro vías parenterales que existen para la administración de medicamentos, generalmente anestésicos locales. Es también el acceso que se emplea para la realización de algunas pruebas diagnósticas, como la de Mantoux o las pruebas cutáneas para dirimir si se es alérgico o no a determinadas sustancias.

A la hora de administrar una medicación se debe de actuar sistemáticamente, cumpliendo una serie de pasos:

· Preparar el material necesario.
· Preparar la sustancia.
· Elegir el lugar de inyección.
· Administrar el medicamento.

Preparación del material necesario para la administración intradérmica de sustancias
El material que se precisa es el siguiente (para más detalles ver “Administración parenteral de medicamentos: conceptos generales”):

· Antiséptico.
· Jeringuilla. Se emplean las de 1 ml, pues el volumen que hay que administrar no supera normalmente los 0’3 ml.
· Agujas. Emplearemos una aguja para cargar la sustancia y otra para inyectarla intradérmicamente (longitud de 9’5-16 mm, calibre de 25-26G y bisel corto).
· Gasas o algodón.
· Guantes (no es necesario que sean estériles).

Preparación de la sustancia a administrar intradérmicamente
Antes de realizar cualquier procedimiento hay que lavarse las manos y enfundarse unos guantes, que en este caso no es preciso que sean estériles. En cuanto a las instrucciones para cargar en la jeringuilla la sustancia que vamos a inyectar, quedan explicadas en “Administración parenteral de medicamentos: conceptos generales”.

Elección del lugar de la inyección para la administración intradérmica de sustancias
Las zonas en las que se pueden administrar sustancias intradérmicamente son las siguientes:
· Cara anterior del antebrazo, cuatro traveses de dedo por encima de la flexura de la muñeca y dos traveses de dedo por debajo de la flexura del codo. Es el lugar que se elige con más frecuencia.
· Cara anterior y superior del tórax, por debajo de las clavículas.
· Parte superior de la espalda, a la altura de las escápulas.

Aplicación intradérmica de la sustancia

Los pasos a seguir a la hora de ejecutar la inyección intradérmica son los siguientes:

· Antes de inyectar el medicamento hay que desinfectar la piel. Para ello se aplica una torunda impregnada de antiséptico en el centro de la zona elegida. Posteriormente y con un movimiento que dibuje una espiral hacia fuera, se abarca un diámetro de unos 5 cm. Con ello “se barre” hacia el exterior los gérmenes de esa zona de la piel, cosa que no conseguiremos si el movimiento que le imprimimos a la torunda es de derecha a izquierda o de arriba abajo.

· Con la mano no dominante, sujetar la zona de inyección estirando la piel. Coger la jeringa con el pulgar y el índice de la otra mano.

· Colocar la jeringa de forma que la aguja quede paralela a la piel y con el bisel hacia arriba.

· Levantar la aguja unos 15-20 grados e insertarla en la piel. Avanzar despacio y paralelamente al tejido cutáneo, de modo que a través de éste podamos ver el bisel (si no es así, es que hemos traspasado la piel y estamos en la zona subcutánea). No hay que introducir toda la aguja, sino solo el bisel y algunos milímetros más.

· Aspirar muy suavemente (con el fin de no romper la piel) para ver si hemos conectado con un vaso. En caso afirmativo, debemos extraer la aguja y pinchar nuevamente en otro lugar.

· Inyectar lentamente la sustancia. A medida que la vamos introduciendo, observaremos que la piel se va elevando, formándose una pápula blanquecina.

· Una vez inyectada toda la sustancia, retirar lentamente la aguja. No se debe masajear la zona. Se puede dejar una gasa en el lugar de punción (que no en la pápula), por si refluye algo de líquido. Para evitar el posible reflujo, a la hora de cargar la sustancia en la jeringuilla podemos añadir 0,1 ml de aire y asegurarnos de que éste queda posterior al líquido a administrar. Así, a la hora de realizar la inyección, el aire forma una burbuja-tapón que impide que salga la sustancia.

3 Vía intramuscular

La vía intramuscular es una de las cuatro vías parenterales que existen para la administración de medicamentos. A la hora de administrar una medicación se debe de actuar sistemáticamente, cumpliendo una serie de pasos:

· Preparar el material necesario.
· Preparar el medicamento.
· Elegir el lugar de inyección.
· Administrar el medicamento.

Preparación del material necesario para la administración intramuscular de los medicamentos

El material que se precisa es el siguiente (para más detalles ver “Administración parenteral de medicamentos: conceptos generales”):

· Antiséptico.
· Jeringuilla. La cantidad de fármaco que hemos de administrar será la que determinará su capacidad.
· Agujas. Emplearemos una aguja para cargar la medicación y otra para inyectarla intramuscularmente (longitud de 25-75 mm, calibre de 19-23G y bisel medio).
· Gasas o algodón.
· Guantes (no es necesario que sean estériles).

Preparación del medicamento a administrar intramuscularmente


Antes de realizar cualquier procedimiento hay que lavarse las manos y enfundarse unos guantes que, salvo en el caso de los accesos centrales, no es necesario que sean estériles. Por otro lado, a la hora de cargar cualquier medicamento en una jeringuilla hay que tener en cuenta varios aspectos:

Consideraciones previas

Los medicamentos inyectables pueden encontrarse dentro de dos tipos de recipientes de cristal, las ampollas o los viales:

· Las ampollas se caracterizan por tener un cuello largo que presenta una constricción en su base, mientras que los viales tienen un cuello corto coronado por un tapón de plástico duro que está forrado externamente por un metal.

· Las ampollas constituyen un sistema cerrado que, una vez roto el cuello, pasan a ser un sistema abierto. Esto es: se puede aspirar el líquido fácilmente a través de la abertura que hemos creado.

· Los viales constituyen un sistema cerrado por lo que, para poder extraer sin dificultad su contenido, se debe de inyectar previamente en su interior un volumen de aire igual al volumen de la sustancia que albergan y que queremos extraer.
La medicación puede venir presentada para administrarla directamente o mezclándola previamente con un disolvente. Así la encontraremos en forma líquida o como polvo, ya sea suelto o prensado. Cuando haya que mezclar el fármaco con un disolvente trabajaremos con dos recipientes: uno que contiene el fármaco y otro que contiene el disolvente. Por otro lado, debemos de tener en cuenta que:

· Hay que leer siempre las instrucciones. Así sabremos cómo se debe realizar la mezcla, la cantidad de disolvente que se precisa, si se puede desechar o no parte de éste, cuál es su composición (a veces pueden contener parte del principio activo o anestésico), etc.

· Los pasos para conseguir la mezcla son, por este orden: cargar el disolvente en la jeringuilla. Introducir la cantidad de disolvente indicada en el recipiente que contiene el fármaco. Homogeneizar la solución si es necesario (en muchos casos se homogeiniza espontáneamente al mezclar ambos productos). Cargar la solución nuevamente en la jeringuilla.

· Para conseguir una solución homogénea nunca agitaremos la mezcla pues, además de formarse espuma, se pueden producir cambios que modifiquen su farmacodinamica. Lo que se debe hacer es rotar el recipiente (normalmente es un vial) entre las palmas de las manos hasta homogeneizarla.

Instrucciones para cargar en una jeringuilla un medicamento inyectable a partir de una ampolla

· Coja la ampolla y golpee suavemente su parte superior con un dedo, así todo el contenido pasará a la parte inferior del recipiente.

· Coloque una gasa pequeña alrededor del cuello de la ampolla con el fin de evitar un posible corte.

· Sujete la ampolla con la mano no dominante. Con los dedos pulgar e índice de la otra mano, rompa el cuello de la ampolla en dirección opuesta a usted.

· Coja la jeringa que previamente había preparado con la aguja de carga e inserte ésta en el centro de la boca de la ampolla. No permita que la punta o el cuerpo de la aguja toquen el borde de la ampolla. Si ello sucede, deseche el material y reinicie el procedimiento.

· Incline ligeramente la ampolla y vaya aspirando el medicamento con la jeringa. Recuerde que para movilizar el émbolo no debe apoyarse en éste, sino en las dos lengüetas que posee la jeringuilla: la del propio émbolo y la del cuerpo.

· Una vez cargada toda la medicación, saque la aguja de la ampolla. Sostenga la jeringa con la aguja apuntando hacia arriba para que el líquido se asiente en el fondo de la primera. Golpee la jeringa con un dedo para favorecer que asciendan las burbujas de aire que se puedan haber aspirado. Tire levemente del émbolo para que si queda algo de líquido en la aguja éste caiga al cuerpo de la jeringuilla. Ahora empuje suavemente el émbolo hacia arriba para expulsar el aire, procurando que no se pierda nada del líquido. Ya tiene la medicación cargada. Proceda ahora a cambiar la aguja de carga por la que vaya a utilizar en el paciente. No se recomienda purgar la jeringuilla con esta última pues hay soluciones que, al contacto con el metal, se cristalizan y obstruyen la aguja.

Instrucciones para cargar en una jeringuilla un medicamento inyectable a partir de un vial

· Conecte la aguja de carga a la jeringa elegida.
· Retire el protector de la aguja.

· Cargue la jeringa con un volumen de aire equivalente al volumen de sustancia que vaya a extraer.

· Retire la tapa metálica del vial y desinfecte la parte que queda expuesta con un antiséptico.

· Inserte la aguja por el centro del tapón (es más delgado y más fácil de penetrar) e inyecte el aire en el vial sin dejar que el émbolo se retraiga. Procure que el bisel de la aguja quede por encima de la medicación, sin introducirse en ella, pues así se evita la formación de burbujas y se facilita la extracción posterior del líquido.

· Coja el vial con la mano no dominante a la vez que con la otra sujeta firmemente la jeringa y el émbolo.

· Invierta el vial. Mantenga la aguja en la misma posición: ahora, al haber invertido el vial, quedará cubierta por el líquido (se previene la aspiración de aire).

· Permita que la presión positiva del aire introducido llene poco a poco la jeringa con el medicamento (la presión impulsa el líquido hacia la jeringuilla y desplaza el émbolo). Tire un poco del émbolo si es necesario.

· Desinserte la aguja del tapón del vial. A veces la presión existente en éste puede hacer que al realizar esta maniobra salga algo de líquido y nos salpique. Para evitarlo, tenga la precaución de volver a colocar el vial en su posición original (recuerde que para extraer la medicación lo había invertido).

· Si lo que ha extraído es la medicación, aquí ha acabado el procedimiento de carga. Si lo que ha extraído es el disolvente y ahora tiene que introducirlo en el vial de la medicación, actúe siguiendo los pasos que se han detallado hasta ahora. La única diferencia es que no tendrá que cargar la jeringuilla con aire, pues ya la tiene cargada con el disolvente.

· Purgue la jeringuilla como ya se explicó anteriormente.


Elección del lugar de la inyección para la administración intramuscular de medicamentos

Las zonas donde se pueden administrar los medicamentos intramuscularmente son la dorsoglútea, la deltoidea, la ventroglútea y la cara externa del muslo. A la hora de elegir el lugar de punción tendremos en cuenta la edad del paciente y su masa muscular, la cantidad de medicamento a inyectar, si es una sustancia más o menos oleosa, etc.

Las características principales de cada una de las áreas se describen a continuación. En la tabla 1 se ofrece un resumen de ellas.

Tabla 1. Áreas para aplicar una inyección intramuscular
Área
Posición del enfermo
Volumen admitido
Precaución
Otros
Dorsoglútea
D. lateralD. pronoBipedestación
Hasta 7 ml
Nervio ciático
Evitarla en <> 3 años.
Deltoidea
Prácticamente todas
Hasta 2 ml
Nervio radial

Ventroglútea
D. lateralD. supino
Hasta 5 ml

De elección en niños > 3 años.
Cara externa del muslo
D. supinoSedestación
Hasta 5 ml

De elección en <>Preparación del medicamento a administrar intravenosamente

Antes de realizar cualquier procedimiento hay que lavarse las manos y enfundarse unos guantes, que en este caso no es preciso que sean estériles. A continuación haremos las siguientes actividades:

Cargar en la jeringuilla el medicamento que luego vamos a introducir en el suero. Las instrucciones a seguir quedan explicadas en “Administración parenteral de medicamentos: conceptos generales”.

Introducir el medicamento en el suero. Para ello retiraremos el capuchón protector, desinfectaremos con el antiséptico el tapón de caucho e inyectaremos el medicamento que previamente habíamos cargado en la jeringuilla. En todo momento se ha de conservar la asepsia de las zonas estériles (en este caso el tapón de caucho y la aguja de la jeringuilla).

Conectar el sistema de perfusión con la botella:

· Abrir la toma de aire y cerrar la llave tipo roller del sistema de perfusión. Para facilitar su posterior manejo y control, la llave debe de estar a unos 2-4 cm de la cámara de goteo.

· Retirar la capucha protectora del punzón. No tocar el punzón en ningún momento.
· Insertar el puzón en el tapón de caucho de la botella que contiene el suero.
· Invertir el frasco y colocarlo en el pie de suero.
· Presionar la cámara de goteo con los dedos para que se llene hasta 1/3-1/2 de su capacidad. Si no hacemos esa presión y dejamos que se rellene por gravedad, lo que entrará en el sistema será la solución a prefundir junto con aire.
· Abrir la llave tipo roller más o menos hasta la mitad para purgar de aire la alargadera (la capacidad volumétrica de ésta es de 10 cc).
· Una vez que la alargadera está llena de líquido, cerrar la llave tipo roller.
En la aplicación de medicación por goteo intravenoso, además de preparar la sustancia a administrar, hay que calcular la velocidad de perfusión. Para ello se debe de tener en cuenta que:

1 ml = 1 cc = 20 gotas = 60 microgotas
A partir de aquí podemos hacer el cálculo de la velocidad de perfusión mediante reglas de tres o aplicando directamente la siguiente fórmula:
Número de gotas por minuto = volumen a administrar en cc x 20 gotas / tiempo en el que tiene que pasar la perfusión expresado en minutos.

Número de microgotas por minuto = volumen a administrar en cc x 60 microgotas / tiempo en el que tiene que pasar la perfusión expresado en minutos.
Así, para administrarle a un paciente una perfusión de una ampolla de metamizol diluida en un suero de 100 cc en media hora, la velocidad de perfusión por minuto sería de 66’6 gotas por minuto (por aproximación, 67 gotas por minuto):
Número de gotas por minuto = 100 cc x 20 gotas/30 minutos = 66’6.


Elección del lugar de la inyección para la administración intravenosa de medicamentos

A la hora de elegir el lugar para la venopunción hay que tener en cuenta una serie de factores previos:

Visión ventral delBrazo derecho

Visión dorsal demano derecha

· La duración del tratamiento. Si se prevé que va a ser menor de 6 horas, se escogerá el dorso de la mano. Si se estima que la duración va a ser mayor, se preferirá el antebrazo.

· El tipo de solución. Si es fleboirritante (soluciones ácidas, alcalínas o hipertónicas, de uso poco frecuente en atención primaria), se aconsejan las venas gruesas.

· El tamaño de la aguja. Para venas de pequeño calibre, agujas de pequeño calibre y para venas de mayor calibre, agujas de mayor diámetro. En los adultos los calibres que mas se emplean son el de 20G (color del cono rosa) y el de 18G (color del cono verde). En los niños y en los adultos en los que hay que elegir una vena de pequeño calibre, se utiliza el catéter de 22G (color del cono azul).

· El tipo de vena. Son de preferencia las venas que sean flexibles y rectas. Está contraindicado pinchar cualquier trayecto venoso que esté inflamado.

· La edad del individuo. En los recién nacidos y los lactantes hasta el año de edad se escogen las venas epicraneales. En los adolescentes y los adultos, las de la mano y el antebrazo. En los ancianos se prefieren las venas del antebrazo ya que las de la mano, además de tener un trayecto bastante tortuoso, son difíciles de fijar a la hora de pincharlas (se mueven o “bailan”).

Las zonas donde se pueden administrar los medicamentos se localizan en las extremidades, prefiriéndose siempre la extremidad superior a la inferior:

· Red venosa dorsal de la mano: venas cefálica y basílica.
· Antebrazo: venas cefálica y antebraquiales.
· Fosa antecubital: vena basílica (la de elección), vena cubital (es la de elección para las extracciones de sangre periférica, pero no para canalizar una vena, ya que su trayecto es corto) y vena cefálica (es difícil de canalizar porque no es recta y “se mueve” bastante).
· Brazo: venas basílica y cefálica.
· Red venosa dorsal del pie.
· Zona inguinal: venas safena interna y femoral.

A la hora de decidir el lugar de venopunción se ha de ir sin prisas, observando y palpando los diferentes trayectos venosos. Se debe proceder de la siguiente manera:
· Coloque el torniquete entre 10-15 cm por encima de la zona que va a observar.
· Espere unos segundos a que se rellenen los trayectos venosos. Se puede favorecer la dilatación del vaso con varias maniobras: friccionando la extremidad desde la región distal hacia la proximal (por debajo del torniquete); abriendo y cerrando el puño; dando golpecitos con el dedo; y aplicando calor (con una compresa caliente o friccionando la zona con alcohol).
· Observe y palpe los trayectos venosos una vez bien dilatados y rellenos.
· Elija el lugar de punción.

Inserción del cateter y aplicación intravenosa del medicamento
Los pasos a seguir son los siguientes:

Desinfectar el lugar de punción. Para ello aplicaremos una torunda impregnada de antiséptico en el centro de la zona elegida. Posteriormente y con un movimiento que dibuje una espiral hacia fuera, abarcaremos un diámetro de unos 5 cm. Con ello “barreremos” hacia el exterior los gérmenes de esa zona de la piel, cosa que no conseguiremos si el movimiento que le imprimimos a la torunda es de derecha a izquierda o de arriba abajo.

Preparar el catéter. Retiraremos la funda protectora con la mano no dominante. Con la mano dominante sostendremos el catéter de la siguiente manera: los dedos índice y medio se apoyarán en las lengüetas, mientras que el pulgar lo hará en la cámara trasera.

Inmovilizar la vena a puncionar. Colocaremos la mano no dominante unos 5 cm por debajo del lugar de punción y tiraremos de la piel en este sentido, así conseguiremos “aplastar” la vena contra el músculo subyacente, el cual actuará de plano duro.

Realizar la venopunción. La punción de la vena se puede hacer mediante dos métodos: el directo (se punciona directamente sobre la vena) y el indirecto (se punciona la zona cercana al vaso y luego dirigimos la aguja hacia el trayecto venoso).

Insertaremos la aguja con el bisel hacia arriba, formando un ángulo de 30-40 grados con la piel. Observaremos si retorna sangre hacia la cámara trasera del catéter, lo cual nos indica que la aguja ha entrado en la vena. A continuación, disminuiremos el ángulo de la aguja, dejándola casi paralela a la superficie cutánea. Finalmente y con un movimiento coordinado de ambas manos, canalizaremos la vena: la mano no dominante va introduciendo el catéter mientras que la mano dominante va retirando el fiador.

Conectar el catéter al sistema de perfusión. Primero estabilizaremos el catéter con la mano no dominante, haciendo presión sobre la vena justo por encima del punto de inserción (así también evitaremos la salida de sangre). Al mismo tiempo que estamos estabilizando el catéter con una mano, con la otra retiraremos el torniquete y conectaremos rápidamente el sistema de perfusión.

Asegurar el catéter a la piel. Emplearemos el sistema de fijación de que dispongamos: esparadrapo, apósitos de las diferentes casas comerciales, etc.
Abrir la llave del sistema de perfusión y ajustar con ella la velocidad a la que queremos que pase la solución.

5 Via intraosea

La vía intraósea es un acceso vascular de urgencia para la infusión de fármacos y líquidos.
Su utilización se basa en el hecho de que la cavidad medular de los huesos largos está ocupado por una rica red de capilares sinusoides que drenan a un gran seno venoso central, que no se colapsa ni siquiera en situación de PCR, pasando los fármacos y líquidos a la circulación general con una rapidez similar a como lo harían por cualquier otra vena periférica.

Indicaciones
Niños de 6 años o menos de edad en situaciones de urgencia vital con necesidad de fármacos y /o líquidos, en los que no se ha podido canalizar vía venosa en 90 segundos o después de tres intentos.
Constituye una medida temporal mientras no se obtiene otro acceso venoso.
Es excepcional su utilización en adultos donde en caso de no ser posible la canalización de una vía venosa central o periférica, será preferible la instilación de fármacos por vía endotraqueal.

Contraindicaciones
· Celulitis u osteomielitis en el sitio de aplicación.
· Fractura en la extremidad.
· Osteopetrosis u osteogénesis imperfecta.
· Huesos de las extremidades inferiores en los pacientes con traumatismo abdominal grave.
· Punción previa

Material
· Agujas de punción intraósea que serán por orden de preferencia:
o Agujas intraóseas especiales con estilete, bisel corto y multiperforadas 15G-18G.
o Trocar para punción de médula ósea 13G-16G.
o Agujas de punción lumbar 18G-20G.
o Agujas hipodérmicas 18G-20G.
o Agujas epicraneales 16G-18G.
Existen además dispositivos automáticos de inserción de agujas intraóseas-BIG (Bone Inyection Gun), que según los autores ofrece un acceso rápido y seguro al sistema vascular.
· Jeringas de 5, 10, 20 ml y agujas convencionales.
· Anestésico local.
· Solución antiséptica.
· Guantes estériles.
· Suero fisiológico.
· Sistema de perfusión.
· Llave de tres pasos.
· Gasas.
· Pinza Kocher.
· Vendas.
· Esparadrapo.

Sitios anatómicos de realización
La extremidad proximal de la tibia es el lugar recomendado en los menores de 6 años, a partir de esa edad, debe utilizarse el maléolo tibial interno que conserva médula roja en su cavidad durante toda la vida. Otras alternativas son: la cara posterior de la metáfisis del radio, cara anterior de la cabeza humeral, cóndilo humeral, esternón y crestas ilíacas.
En el adulto los únicos sitios accesibles son la cresta ilíaca, el esternón y la tibia distal.

Técnica
Siempre que sea posible, debe utilizarse técnica estéril con previo lavado de manos.
En el caso de elegir la tibia proximal para la instauración de la vía intraósea, el procedimiento será el siguiente:
1. Localizar el sitio de canulación. Se identifica por palpación la tuberosidad anterior de la tibia y el borde interno de la misma, en la línea media de ambos puntos a 1-2 cm por debajo se encuentra el sitio de punción.
2. Lavado de manos.
3. Uso de guantes.
4. Limpiar la piel en el sitio de inserción con solución antiséptica.
5. Revisar la aguja y asegurar la correcta alineación de los biseles de la aguja externa y del estilete interno.
6. Colocar la pierna en rotación externa, semiflexionada y apoyada sobre una superficie dura colocada a nivel del hueco poplíteo.
7. Si el paciente está consciente, se anestesia localmente en la zona a puncionar.
8. Se cogerá la aguja intraósea con la mano dominante de tal manera que la empuñadura se sitúe en el talón interno de dicha mano y los dedos índice y pulgar la sujeten aproximadamente a 1 cm de la punta. Con la otra mano, se palpará la tuberosidad anterior de la tibia
9. Se colocara la aguja perpendicularmente en dicho punto con una inclinación de 10-15º en sentido distal a la metáfisis, para no afectar a la placa epifisaria. Se puncionan la piel y el tejido celular subcutáneo hasta llegar al periostio se introduce la aguja con un movimiento firme, rotatorio si es necesario, hasta que disminuya la resistencia del periostio, lo que indica que se ha llegado al canal medular.
10. Desatornillar el seguro y remover el estilete de la aguja.
11. Estabilizar la aguja intraósea e inyectar lentamente 10 mL de suero fisiológico, comprobando la permeabilidad de la vía y la no extravasación del líquido infundido.
12. Si la prueba de inyección es satisfactoria, desconectar la jeringa, evacuar el aire de la venoclisis y conectar el sistema de fluidoterapia, fijándolo a la piel circundante con dos pinzas Kocher envueltas con vendas, respetando el dispositivo.
13. Si la prueba de inyección no es satisfactoria, remover la aguja e intentar el procedimiento en la otra pierna.La inserción es satisfactoria y la aguja se encuentra en la cavidad medular si se encuentran las siguientes condiciones:
o Disminución súbita en la resistencia en el momento en que la aguja pasa a través de la corteza hacia la médula.
o La aguja permanece en posición vertical sin soporte.
o Se puede aspirar médula ósea, aunque este signo no se encuentra siempre.
o Los líquidos fluyen con facilidad sin evidencia de infiltración subcutánea.
Si la aguja se obstruye con hueso o médula ósea, puede ser reemplazada con una segunda aguja que se pasa a través del mismo sitio de canulación, si no existe evidencia de infiltración. Si existe infiltración o si falla la prueba de inyección, se realiza un segundo intento en la tibia contralateral.

Sustancias infundidas por vía intravenosa
Cualquier medicamento o líquido necesarios durante el proceso de resucitación puede administrarse por la vía intraósea.
Cuando se requiera infusión de líquidos en grandes volúmenes debe aplicarse presión para vencer la resistencia de las venas emisarias.
La administración de medicamentos debe ser seguido de un bolo a presión de por lo menos 5 mL de solución salina para asegurar su llegada a la circulación sistémica.

Complicaciones
Los estudios realizados en animales han demostrado que los efectos a largo plazo sobre la médula ósea y sobre el crecimiento óseo son mínimos.
El índice de complicaciones de esta técnica invasiva es muy bajo. La más frecuente es la extravasación de líquidos, de medicamentos o de ambos como resultado de una mala colocación de la aguja.
Otras complicaciones son la celulitis localizada con o sin osteomielitis, abscesos subcutáneos, el síndrome compartimental, las fracturas, la lesión al cartílago de crecimiento, sepsis y rara vez la muerte secundaria a la perforación del esternón seguida de mediastinitis, hidrotórax o perforación de los grandes vasos .

6 Via rectal:supositorio

El supositorio es una preparación medicamentosa de forma cónica u ovoidea alargada y de consistencia sólida, capaz de fundirse a la temperatura fisiológica del recto o de solubilizarse en los líquidos orgánicos. Se administra con la intención de ejercer una acción local o sistémica (por absorción a la circulación general).
En algunas farmacopeas el término supositorio se hace extensivo a formas de aplicación vaginal y/o uretral. En la Farmacopea Española, este término se refiere exclusivamente a la forma de administración rectal, denominándose óvulos a la vaginal y candelillas o bujías uretrales a la uretral.
La vía rectal es especialmente útil en las siguientes situaciones:
· Paciente incapaz de ingerir la medicación por vía oral.
· Medicamentos que irritan la mucosa gástrica.
· Medicamentos que son destruidos por el jugo gástrico o por los enzimas digestivos.
· Medicamentos que por su sabor o su olor son intolerables por vía oral.
El principal inconveniente de la vía rectal reside en que la absorción del medicamento es errática, menos fiable y a veces nula.
Existen muchos ejemplos de medicamentos que se pueden administrar como supositorios: analgésicos (opioides y no opioides), antitérmicos, antieméticos, laxantes, etc.

Preparación del material necesario
Antes de realizar cualquier procedimiento debemos de preparar el material necesario, que en este caso consta de:
· Guantes, que no es preciso que sean estériles.
· Medicación (supositorio).
· Lubricante, que ha de ser compatible con el medicamento (conviene leer el prospecto).
· Gasas.
· Una sábana.

Con respecto a la preparación del supositorio en sí, se deben de tener en cuenta los siguientes aspectos:

· Un supositorio blando se adhiere al envoltorio y es más difícil de introducir en el ano. Para aumentar la consistencia del medicamento podemos colocarlo unos minutos en el frigorífico o bajo el chorro de agua fría.

· En caso de que haya que administrar medio supositorio, éste se partirá siempre en sentido longitudinal. Los supositorios tienen una forma cónica u ovoidea alargada, de tal modo que si se partieran transversalmente, no se estaría introduciendo el 50% de la dosis.

Procedimiento
A la hora de administrar un supositorio se actuará de la siguiente manera:

· Lávese las manos y enfúndese los guantes.

· Informe al paciente del procedimiento que va a realizar y solicite su colaboración.

· Pregunte al paciente si tiene ganas de defecar, para que lo haga en este momento.

· Coloque al paciente en decúbito lateral izquierdo, con la pierna derecha flexionada por encima de la izquierda, hacia delante. Con esta postura el ano se expone más fácilmente y se favorece la relajación del esfínter externo.

· Cubra al paciente con la sábana, de tal modo que solo queden expuestas las nalgas.

· Separe la nalga que no se apoya en la cama y observe el ano. Compruebe que la zona está limpia.

· Verifique la consistencia del supositorio. Si es correcta, retírele el envoltorio.

· Lubrique el extremo cónico del supositorio y el dedo índice de su mano dominante.

· Indique al paciente que realice varias respiraciones lentas y profundas por la boca. Con ello se favorece la relajación del esfínter anal y se disminuye la ansiedad del enfermo.

· Separe la nalga que no se apoya en la cama con la mano no dominante. Con el dedo índice de la mano dominante introduzca el supositorio por su parte cónica, imprimiéndole una dirección hacia el ombligo. El dedo índice debe de sobrepasar el esfínter anal interno (se introducen unos 7 cm del dedo en el adulto y unos 5 cm en los niños).

· Retire el dedo índice. Mantenga apretadas las nalgas del paciente hasta que ceda el tenesmo rectal (dos o tres minutos).

· Pídale al paciente que permanezca acostado en decúbito lateral o supino durante unos diez o quince minutos, que es el tiempo que tarda en absorberse el medicamento. Estas posturas favorecen la retención del supositorio.

Anotaciones al procedimiento
A la hora de introducir el supositorio por el ano la bibliografía discrepa. En algunas citas se describe como se ha explicado más arriba: el supositorio se introduce por su parte cónica. En otras citas indican lo contrario: el supositorio se introduce por el extremo opuesto al cono y es esa parte cónica la que actúa como una especie de tapón para evitar la salida del medicamento una vez puesto.

7 Via oftalmica

Las formas farmacéuticas oftálmicas son productos preparados mediante métodos que aseguran su esterilidad, lo cual evita tanto la introducción de contaminantes como el crecimiento de microorganismos en el interior del envase. Por ello es conveniente respetar de forma muy estricta las normas de conservación y caducidad establecidas por el fabricante. Existen tres tipos de formas farmacéuticas oftálmicas:

· Las pomadas oftálmicas. Son preparaciones semisólidas destinadas a su aplicación sobre la conjuntiva.

· Los colirios. Son soluciones o suspensiones acuosas u oleosas destinadas a la instilación ocular.

· Los baños oculares. Son soluciones acuosas destinadas a ser instiladas o aplicadas en el ojo, habitualmente para el lavado ocular.

Con respecto a los colirios es conveniente señalar que:

· Su periodo de caducidad una vez abiertos es de un mes.

· Cada gota de colirio posee un volumen de 25-50 microl. mientras que, dependiendo del parpadeo, el volumen que puede retener el ojo es de 10 microl. Por lo tanto, la instilación de dosis de más de una gota en cada ojo es de dudosa eficacia. De hecho, cuando se prescribe más de una gota, es cuando se quiere asegurar una correcta administración (alteración de la destreza motora, ancianos, discapacitados, etc.).

· Cuando el tratamiento es múltiple, con diferentes colirios, la administración de cada uno de ellos debe realizarse al menos con un intervalo de 5 minutos.

Preparación del material necesario
Antes de realizar cualquier procedimiento hay que tener preparado el material que se va a emplear, que en este caso consta de:

· Medicamento.
· Gasas estériles.
· Guantes.
· Batea.
· Suero fisiológico.

Procedimiento
Para administrar la medicación por vía oftálmica se deben de seguir los siguientes pasos:
· Lávese las manos y enfúndese los guantes.

· Explíquele al paciente el procedimiento que va a realizar.

· Coloque al paciente sentado o en decúbito supino, con el cuello en leve hiperextensión. De esta manera, además de acceder fácilmente al ojo, se reduce el drenaje del medicamento a través del conducto lacrimal.

· Si hay costras o secreciones en los anejos oculares, límpielas suavemente con una gasa impregnada en suero fisiológico. Limpie siempre desde el canto interno al canto externo del ojo, para no introducir microorganismos en el conducto lacrimal. Utilice una gasa nueva para cada pasada.

· Abra el recipiente que contiene el medicamento y deje la tapa boca arriba, para evitar la contaminación de los bordes.

· Coja una gasa limpia y colóquela sobre el pómulo del paciente (si parte del medicamento se rebosa, lo absorberemos con la gasa).

· Con el dedo índice de su mano no dominante apoyado en la gasa presione suavemente hacia abajo, de tal manera que quede expuesto el saco conjuntival (la retracción contra el pómulo previene la presión y el traumatismo del globo ocular e impide que los dedos toquen el ojo).
· Pídale al paciente que mire hacia arriba (con ello se reduce el parpadeo).

· Instile las gotas oftálmicas:

o Con la mano dominante descansando sobre la frente del paciente, sostenga el cuentagotas o el frasco con el medicamento 1-2 cm. por encima del saco conjuntival. Al tener la mano apoyada y el recipiente a esa distancia, se previenen tanto los traumatismos como las infecciones. Si en algún momento se toca el ojo con el aplicador del medicamento, hay que considerarlo contaminado y desecharlo.

o ¡Instile el medicamento en el centro del fondo del saco conjuntival.

o Con una gasa apriete firmemente sobre el conducto lacrimal durante 1-2 minutos. Con ello se previene el rebosamiento hacia las vías nasales y la faringe y la absorción a la circulación sistémica.

· Administre la pomada oftálmica:

o Deseche la primera porción de la pomada.

o Con la mano dominante aplique una tira fina y uniforme de pomada en el saco conjuntival, yendo desde el canto interno al canto externo del ojo. Mantenga una distancia de 1-2 cm. entre el tubo y el saco conjuntival, con el fin de evitar los traumatismos y las infecciones. Si en algún momento se toca el ojo con el aplicador del medicamento, hay que considerarlo contaminado y desecharlo.

o Al llegar al canto externo, gire levemente el tubo en sentido contrario. Con ello se facilita el desprendimiento de la pomada.

· Pídale al paciente que cierre los párpados con suavidad, sin apretarlos. Así el medicamento se distribuirá uniformemente por el ojo.

· Si se rebosa medicamento, límpielo con la gasa que tenía en la mano no dominante (yendo siempre desde el canto interno al canto externo del ojo).

· Cierre el recipiente que contiene el medicamento.

8 Via nasal

Las soluciones nasales son formas farmacéuticas líquidas destinadas a ser aplicadas sobre la mucosa nasal. Según el modo de aplicación se debe distinguir entre las gotas nasales y los nebulizadores. Las primeras se administran por instilación sobre cada fosa nasal y se envasan en frascos cuentagotas. Los segundos se aplican presionando un recipiente plástico de paredes flexibles en cada fosa nasal.

Preparación del material necesario
Antes de llevar a cabo cualquier técnica hay que tener preparado el material que se va a emplear, que en este caso consiste en:
· Medicamento.
· Guantes.
· Pañuelos desechables.
· Batea.

Realización del procedimiento
Lávese las manos y enfúndese los guantes.
Explíquele el procedimiento al paciente y solicite su colaboración.
Indíquele al paciente que se suene para limpiar las fosas nasales.

Ayude al paciente a colocarse en la posición adecuada: sentado pero guardando un espacio detrás de la cabeza para que pueda inclinarla hacia atrás.

Con el cuentagotas, extraiga la cantidad de medicación suficiente para poder instilarla de una vez en el orificio nasal del paciente (cuantas menos veces se introduzca el cuentagotas en el frasco, más se diminuye el riesgo de contaminación).

Indíquele al paciente que incline la cabeza ligeramente hacia atrás.

Abra completamente los orificios nasales del paciente. Para ello utilice el dedo pulgar de su mano, presionando con suavidad sobre la punta de la nariz mientras apoya el resto de la mano en la frente del paciente.

Introduzca aproximadamente un centímetro del cuentagotas en el orificio nasal. Procure que el cuentagotas no entre en contacto con la nariz del paciente.

Dirija la punta del cuentagotas hacia el tabique nasal, conservando siempre un ángulo de 180º con respecto a la nariz. Así se facilita que el medicamento discurra hacia la parte posterior de la nariz y no hacia la garganta.


Pídale al paciente que respire por la boca. Con ello se evitarán los estornudos, los cuales podrían impulsar la medicación hacia los senos.

Apriete la pera del cuentagotas para instilar el número exacto de gotas prescrito.
Si el paciente tose pídale que se incorpore. Compruebe durante unos minutos que no aparecen problemas respiratorios.

Repita el procedimiento en el otro orificio.

Indíquele al paciente que permanezca con la cabeza inclinada hacia atrás durante cinco minutos más.

Infórmele de que es normal que “note las gotas en la garganta”. Si el sabor es muy desagradable, permítale que expectore en un pañuelo desechable.

9 Via otica

Las gotas óticas son preparados líquidos destinados a ser aplicados en el conducto auditivo externo para ejercer una acción local. El fácil acceso al oído hace que muchos procesos otológicos sean susceptibles de ser tratados tópicamente.

Antes de aplicar las gotas óticas es imprescindible conocer el estado de la membrana timpánica ya que, en caso de estar perforada, la medicación pasaría al oído medio y se podrían producir las siguientes consecuencias:

Estimulación del sistema cócleo-vestibular.
Reagudización de un proceso otítico previo.

Preparación del material necesario
Antes de llevar a cabo cualquier técnica hay que tener preparado el material que se va a emplear, que en este caso consiste en:

Medicamento.
Guantes.
Gasas estériles.
Suero fisiológico.
Batea.

Realización del procedimiento
Lávese las manos y enfúndese los guantes.
Explíquele el procedimiento al paciente y solicite su colaboración.

Ayude al paciente a colocarse en la posición adecuada: sentado o en decúbito y con la cabeza girada o inclinada hacia el lado que no se va a tratar.

Limpie suavemente el pabellón auricular y el meato del conducto auditivo externo con una gasa impregnada en suero fisiológico. Así se evita que cualquier supuración penetre en el conducto auditivo.

Atempere el envase frotándolo entre las manos o introduciéndolo en agua tibia durante unos minutos. La medicación debe administrarse a la temperatura corporal, ya que de lo contrario actuaría como un estímulo térmico sobre el laberinto y provocaría un episodio de vértigo agudo.
Abra el envase que contiene el fármaco y deje la tapa boca arriba (evitar que se contaminen sus bordes).

Administración de gotas óticas en un adulto tirando suavemente del pabellón auricular hacia arriba y hacia atrás.


Con los dedos índice y pulgar de su mano no dominante coja la parte superior y posterior del pabellón auricular y tire suavemente de ella hacia arriba y hacia atrás en los pacientes adultos, hacia atrás en los niños y hacia atrás y hacia abajo en los lactantes. Con ello se consigue ensanchar el diámetro del meato y alinear el conducto auditivo externo.

Mientras tira del pabellón auricular, instile en el meato el número de gotas prescrito, de tal manera que caigan sobre la pared lateral del conducto auditivo externo. No aplique las gotas dentro del conducto ya que, según cuál sea el proceso de base, se puede producir dolor. Para evitar la contaminación, procure que el extremo del recipiente no toque la piel del paciente.
Presione suavemente en el trago para facilitar que el medicamento avance por el conducto auditivo externo.

Pídale al paciente que permanezca en la posición adoptada otros cinco minutos más. Con ello se evita la salida del medicamento y se favorece que el oído externo se impregne adecuadamente.
Transcurrido este tiempo, el paciente ya puede abandonar la postura indicada. Tenga la precaución de informarle de que, una vez administrado el tratamiento, no debe de colocarse gasas o algodones en el conducto. Si lo hiciera, estos apósitos absorberían por capilaridad parte de la medicación, con lo cual disminuirá su eficacia.